Los radares son herramientas esenciales para el control del tráfico en las carreteras y el cumplimiento de las normas de velocidad. Sin embargo, generan preguntas frecuentes entre los conductores, especialmente sobre su margen de error y el punto exacto en el que comienzan a multar. Ante rumores recientes sobre supuestos cambios en este margen, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha sido tajante: no se ha modificado nada y no hay planes para hacerlo en 2025. A continuación te explicaremos cómo operan estos márgenes y por qué es crucial respetar los límites de velocidad para evitar multas y otras sanciones.
3El origen de los márgenes de error: ¿Por qué son necesarios?
Los márgenes de error en los radares se introducen para garantizar que las sanciones sean justas y precisas. Como cualquier dispositivo de medición, los cinemómetros tienen limitaciones técnicas que pueden influir en su exactitud. Entre los factores que afectan las mediciones se encuentran:
- Condiciones climáticas: La lluvia, el viento o las temperaturas extremas pueden alterar las lecturas de los radares.
- Desgaste del dispositivo: Con el tiempo, los componentes internos de los radares pueden sufrir desgaste, afectando su precisión.
- Calibración: Los radares requieren calibraciones periódicas para mantener su fiabilidad, pero incluso tras estas revisiones, se reconocen márgenes de error aceptables.
Estos márgenes también sirven como medida preventiva para proteger a los conductores de sanciones injustas y reforzar la confianza en el sistema de control de velocidad. La DGT aplica los márgenes más favorables al conductor para evitar errores y garantizar que las multas se emitan únicamente cuando se exceden los límites de forma clara y comprobable.