Ahorrar dinero al hacer la compra se ha convertido en una prioridad para las familias, especialmente en tiempos de inflación y presupuestos ajustados. Un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto de manifiesto un problema crítico: cerca del 20% de las etiquetas en los supermercados presentan errores. Esta situación dificulta la comparación de precios y puede hacer que los consumidores terminen gastando más de lo necesario. Pero, ¿cómo identificar estas fallas y aprovechar al máximo esta información?
5Cómo usar los descubrimientos de la OCU para ahorrar
El informe de la OCU subraya la importancia de prestar atención a las etiquetas para optimizar las compras en el supermercado. Comparar el precio por unidad de medida es clave para identificar la opción más económica, y si esta información no está disponible o es incorrecta, cambiar de establecimiento podría ser una buena opción. Además, la reduflación, una práctica donde los productos reducen su cantidad sin variar su precio, exige revisar cuidadosamente el peso o la cantidad para garantizar una compra justa y acorde al valor pagado.
Elegir supermercados con buena reputación, como Eroski o Bon Preu, puede ser una estrategia efectiva para evitar problemas de etiquetado. Por otro lado, si realizas compras online, es fundamental que las plataformas proporcionen información clara sobre precios y cantidades, facilitando comparaciones precisas. Aplicar estas recomendaciones no solo protege al consumidor de prácticas engañosas, sino que también ayuda a gestionar mejor el presupuesto, minimizando los efectos de errores o estrategias comerciales que impactan negativamente en el bolsillo.