Las croquetas son un clásico en la gastronomía española, presentes tanto en comidas familiares como en menús de restaurantes. Este plato tradicional, lleno de sabor y nostalgia, se ha adaptado a las necesidades del consumidor moderno gracias a las versiones congeladas que ofrecen los supermercados. Sin embargo, un reciente análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha desvelado sorpresas inesperadas: no todas las croquetas cumplen con lo que prometen, y algunas resultan ser francamente decepcionantes. ¿Cuáles son las peores y las mejores? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
1¿Qué croquetas considera la OCU como las más engañosas?
En su más reciente informe, la OCU evaluó una variedad de croquetas disponibles en supermercados. Este análisis se centró en productos de marcas reconocidas, con especial atención a las versiones de jamón, cocido, bacalao y pollo. Los parámetros evaluados incluyeron sabor, textura, rebozado y la calidad de los ingredientes, lo que permitió identificar tanto las opciones más destacadas como aquellas que dejaron mucho que desear.
El gran hallazgo, y no precisamente por razones positivas, fue el caso de las croquetas de jamón de la marca Pulgar, comercializadas en Alcampo. Estas croquetas obtuvieron una calificación de 39 puntos sobre 100, siendo las peores evaluadas del ranking. Pero lo más llamativo fue el motivo de su baja puntuación: a pesar de promocionarse como «croquetas de jamón», no contienen jamón en su lista de ingredientes. Este detalle las convierte en las más engañosas del análisis, ya que no cumplen con lo que prometen en su etiqueta.
Para la OCU, la falta de transparencia en el etiquetado es una práctica inaceptable, especialmente cuando se trata de un producto tan emblemático como las croquetas. Los consumidores confían en que lo que compran refleje fielmente lo anunciado, y en este caso, se les está ofreciendo algo completamente diferente.