Consejos para prevenir y actuar ante el atragantamiento infantil
El atrapamiento de alimentos en la garganta es un problema grave que puede ocurrir de manera inesperada, especialmente en ocasiones donde se celebran reuniones familiares o de amigos que giran en torno a la comida. Por ello, es crucial contar con recomendaciones para prevenir y reaccionar ante estas situaciones, principalmente cuando se trata de niños. A continuación, te ofrecemos información valiosa sobre cómo evitar que esto suceda y cómo actuar en caso de que ocurra.
Cómo prevenir el atragantamiento en niños
Uno de los aspectos más importantes en la prevención de atragantamientos infantiles es la vigilancia de los alimentos que consumen los niños. Según el Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Gregorio Marañón, hay ciertos alimentos que deberían evitarse o, al menos, supervisarse con atención.
Alimentos de alto riesgo
Frutos secos, uvas, caramelos y chicles son algunos de los alimentos que más frecuentemente causan atragantamientos. Estos alimentos se pueden atascar fácilmente en la garganta debido a su tamaño y textura. Además, es recomendable tener precaución con las aceitunas y ciertos embutidos cortados en rodajas.
Por otra parte, es importante considerar no solo la comida, sino también los objetos que los niños pueden llevarse a la boca. Algunas recomendaciones incluyen:
- Mantener bolsas de plástico fuera del alcance: Pueden representar un riesgo de asfixia.
- Supervisar juguetes: Asegúrate de que sean suficientemente grandes y no presenten piezas que puedan ser ingeridas.
- Alejar objetos pequeños: Botones, monedas y pilas son ejemplos de elementos que deben estar fuera del alcance de los niños para evitar accidentes.
Vigilancia continua
La mejor manera de prevenir el atragantamiento es mantener una vigilancia continua. Esto implica estar pendiente de los pequeños durante las comidas y evitar distracciones que puedan provocar que se atraganten.
Actuación en caso de atragantamiento
En caso de que un niño se atragante, es fundamental saber cómo actuar de manera rápida y eficaz. Aquí te explicamos qué pasos seguir dependiendo de la edad del niño.
Niños menores de 1 año
Si un niño menor de un año se atraganta, es crucial actuar con rapidez:
- Verifica la boca: Si hay un objeto visible y se puede extraer sin complicaciones, introduce el dedo por el lateral de la boca en forma de gancho para retirarlo.
- Posición adecuada: Coloca al niño sobre el antebrazo, con la cabeza ligeramente hacia abajo.
- Golpes en la espalda: Da cinco golpes secos en la parte alta de la espalda, entre los omóplatos, utilizando el talón de la mano.
- Compresiones en el pecho: Si el problema persiste, voltea al niño y con dos dedos, realiza cinco compresiones en el centro del pecho, justo por encima del esternón.
Estos pasos deben repetirse hasta que el niño expulse el objeto o, lamentablemente, pierda la conciencia. En este último caso, es fundamental iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
Niños mayores de 1 año
Para niños mayores de un año, el enfoque es ligeramente diferente:
- Comprobar la boca: Primero, verifica que no haya un objeto visible en la boca.
- Golpes en la espalda: Aplícales cinco golpes secos en la espalda entre las escápulas; el niño puede estar en posición de pie o apoyado sobre tus piernas.
- Maniobra de Heimlich: Si la dificultad para respirar continúa, realiza la maniobra de Heimlich, colocando tus brazos bajo las axilas del niño, y ejerce una presión hacia arriba y hacia adentro.
Importancia de conocer maniobras de desobstrucción
Conocer las maniobras de desobstrucción y cómo actuar en situaciones de atragantamiento no solo puede salvar vidas, sino que también proporciona tranquilidad a los padres y cuidadores. Es fundamental hacer un esfuerzo por adquirir esta formación, que puede ser a través de talleres de primeros auxilios o consultando con especialistas en salud infantil.
Además, la formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) es esencial. Este conocimiento te permitirá reaccionar de manera adecuada ante cualquier emergencia, minimizando las consecuencias de un atragantamiento grave.
