En el corazón de Madrid, donde las calles rebosan de historia y vida, existe una calle que permanece oculta a la vista de la mayoría es una vía cerrada desde hace casi dos siglos, cuyo acceso está restringido, aunque, sorprendentemente, sigue siendo una calle pública según los documentos oficiales. Este rincón histórico, que guarda secretos fascinantes, tiene una historia única que merece ser contada.
2La historia detrás de su clausura
El origen del nombre «Pasadizo del Panecillo» se remonta al Cardenal-Infante Luis Antonio Jaime de Borbón y Farnesio, quien, desde su ventana del Palacio Arzobispal, repartía pan a los más necesitados. Era un acto de caridad que convocaba a grandes multitudes, lo que hacía de este lugar un punto de aglomeración peligrosa. Por eso, en 1829, se decidió cerrar los accesos de la calle, debido a la inseguridad generada por las aglomeraciones. Desde entonces, el Pasadizo del Panecillo ha permanecido cerrado, aunque la calle sigue existiendo en los planos históricos de la ciudad.