En el corazón de Madrid, donde las calles rebosan de historia y vida, existe una calle que permanece oculta a la vista de la mayoría es una vía cerrada desde hace casi dos siglos, cuyo acceso está restringido, aunque, sorprendentemente, sigue siendo una calle pública según los documentos oficiales. Este rincón histórico, que guarda secretos fascinantes, tiene una historia única que merece ser contada.
1Un pasadizo que guarda historias de siglos pasados
El Pasadizo del Panecillo se encuentra en pleno Madrid de los Austrias, entre la Plaza del Conde de Barajas y la calle de San Justo. Con tan solo 60 metros de longitud y 311 metros cuadrados de superficie, este pequeño espacio ha sido testigo de muchos eventos históricos. En sus tiempos, era una calle pública que conectaba diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo, a pesar de su historia, hoy en día está cerrada al público, casi inaccesible. Unas verjas adornan los dos accesos, impidiendo la entrada y, al mismo tiempo, despertando la curiosidad de quienes pasan por allí sin saber lo que se esconde dentro.
En su interior, se encuentra una pequeña plaza-jardín catalogada como jardín histórico, que alberga dos cipreses centenarios. Esta pequeña joya está rodeada por tres edificios históricos de gran importancia: la Iglesia Pontificia de San Miguel, el Palacio Arzobispal y la Casa Palacio Conde de Miranda. Este es el último conocido por haber sido el lugar donde se abrieron ilegalmente viviendas turísticas, que finalmente fueron regularizadas, y tienen vistas al Pasadizo del Panecillo.