Embiid, el héroe de la noche se enfunda una máscara de superhéroe
Los superhéroes suelen llevar una máscara para proteger su identidad durante sus hazañas, y aunque Joel Embiid es una de las estrellas más reconocidas y destacadas de la NBA, utilizó una en la victoria de los Sixers sobre los Celtics (114-118). Este resultado marcó la primera vez en la temporada que Boston sufrió dos derrotas consecutivas, tras haber caído el lunes ante Orlando (108-104).
Embiid no llevaba esa máscara para intimidar, sino para proteger su rostro tras una fractura en el seno frontal de la nariz. Aun así, jugó como un auténtico héroe para doblegar a los orgullosos verdes. Terminó con 27 puntos (4/5 en triples), 9 rebotes y 2 asistencias, además de encestar dos tiros libres cruciales a falta de dos segundos para sellar la victoria de los Sixers. El pívot camerunés acumula un balance de 4-1 en partidos de Navidad. Se le dan bien estas citas.
La otra actuación sobresaliente además de la de Embiid
Igualmente destacada fue la actuación de Tyrese Maxey, quien brilló con 33 puntos (3/9 en triples), 4 rebotes, 12 asistencias y 3 robos, una combinación estadística que, hasta ahora, solo Luka Doncic había logrado en un día de Navidad en la historia de la NBA. También sobresalió Caleb Martin con 23 puntos y un impresionante 7/9 en triples. Por su parte, Paul George terminó con 12 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 3 robos y un tapón. Sin embargo, el banquillo de los Sixers apenas contribuyó con 19 de los 118 puntos totales del equipo.
En los Celtics, de poco sirvió la impresionante actuación de Jayson Tatum, quien sumó 32 puntos (4/8 en triples), 15 rebotes, 4 asistencias, un robo y un tapón. Tampoco bastaron las aportaciones de Jaylen Brown (23 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias), Derrick White (21+3+4) y Al Horford (17+4+4). Ni siquiera la participación de Kristaps Porzingis (9 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en solo siete minutos), quien, tras haber jugado apenas 9 de los 30 partidos de su equipo esta temporada, no volvió a la cancha en la segunda mitad debido a una lesión en el tobillo.
Los Sixers tienen mucho que decir
La contribución del banquillo de Boston fue prácticamente simbólica, al igual que la de los suplentes de los Sixers, con apenas 12 puntos de los 114 totales del equipo. Esta vez, ni siquiera la mayor fortaleza de los Celtics, su artillería exterior, fue suficiente para inclinar la balanza a su favor. Con un respetable 40,8% de acierto en triples (20/49), los de Boston intentaron mantenerse en la lucha, pero los de Filadelfia respondieron a la altura con un mejor 42,5% (17/40) desde la línea de tres puntos. El duelo en el perímetro fue intenso, pero los Sixers, liderados por un Joel Embiid en gran forma, lograron imponerse en los momentos clave del partido.
Con esta actuación, queda claro que, mientras Embiid esté sano, Filadelfia tiene mucho que aportar en la competitiva Conferencia Este. Su capacidad para enfrentarse a equipos de alto calibre como los Celtics demuestra que no solo cuentan con una estrella dominante, sino también con un equipo capaz de responder en ambos extremos de la cancha. Los Sixers parecen decididos a consolidarse como un contendiente serio en la lucha por el título, y partidos como este refuerzan su posición como uno de los conjuntos más peligrosos de la liga.