Aunque es fácil asociar a los camellos con las áridas regiones de África o Asia, lo cierto es que el país con la mayor población de camellos en el mundo es Australia. Este dato sorprende, ya que los camellos no son nativos de este continente, pero su historia en el país es fascinante y compleja. Desde su introducción en el siglo XIX hasta convertirse en una plaga en el siglo XXI, los camellos han dejado una huella profunda en la fauna australiana.
3Un desafío ambiental
El crecimiento desmesurado de la población de camellos ha tenido consecuencias negativas para el medio ambiente y la agricultura. Estos animales consumen grandes cantidades de agua, lo que afecta gravemente los recursos hídricos en las zonas rurales. Los camellos vacían pozos y fuentes de agua, lo que se traduce en daños costosos para las granjas y los ecosistemas locales. Además, la sobrepoblación de camellos está contribuyendo a la degradación del suelo y la vegetación en el desierto australiano.
Sin embargo, existen intentos de controlar esta situación de manera sostenible. Algunos ganaderos y exploradores, como Ian Conway cerca de Alice Springs, están utilizando helicópteros para localizar y capturar a los camellos, luego venderlos a compradores en el Medio Oriente, donde siempre existe demanda. De esta forma, Australia busca convertir lo que comenzó como un problema en una oportunidad económica, al mismo tiempo que protege su medio ambiente.