En una reveladora investigación, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha destapado una práctica preocupante en la industria cárnica que afecta directamente al bolsillo y la salud de los consumidores. El estudio señala que ciertas carnes procesadas, especialmente las marinadas y adobadas, contienen hasta un 40% de agua en su composición, un hecho que no solo compromete su valor nutricional, sino que también representa un sobrecosto significativo para los consumidores que pagan precio de carne por agua añadida. A continuación te contaremos que efectos nocivos sobre la salud puede acarrear el consumo de esta carne.
2El impacto económico y nutricional en el consumidor español
La OCU enfatiza que el problema va más allá del simple engaño en el peso del producto. Los consumidores están pagando precios de carne premium por productos que contienen entre un 5% y un 40% de agua añadida. Esta práctica afecta especialmente a las carnes marinadas y preparados cárnicos que se presentan como opciones convenientes para el consumidor.
Los expertos de la OCU señalan que esta situación requiere una regulación más estricta y una mayor transparencia en el etiquetado de estos productos. Además, el impacto económico se magnifica cuando consideramos el consumo anual de estos productos en los hogares españoles, donde la carne representa una parte significativa del presupuesto alimentario familiar.
La situación se vuelve aún más preocupante cuando analizamos las tendencias de consumo actuales. Los españoles consumen una media de 46,2 kilogramos de carne por persona al año, muy por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si consideramos que una parte relevante de este consumo corresponde a productos procesados con alto contenido de agua, el impacto económico y nutricional es considerable.