Edurne y De Gea explican cómo llevan su relación a distancia
Desde que David De Gea fichó por la Fiorentina, su vida y la de su esposa, la cantante Edurne, han dado un giro importante. Edurne, quien celebra su 39º cumpleaños en un momento de pleno éxito profesional y rodeada de cariño, enfrenta nuevamente la distancia que su relación ya conoció en el pasado. Debido a sus compromisos laborales, la pareja vive separada, retomando aquella dinámica en la que se veían solo cuando sus agendas lo permitían, algo que no logró distanciarlos antes y que seguramente superarán nuevamente.
Recientemente, Edurne habló sobre esta situación con la prensa, admitiendo que lleva la distancia “muy bien porque tengo bastante ayuda, tengo unos padres maravillosos”. También explicó que, aunque no se ha mudado, ha retomado los viajes frecuentes: “He vuelto a los aviones”. De este modo, el matrimonio se suma al concepto de parejas “LAT” (Living Apart Together), un término analizado por la reconocida terapeuta de parejas Lara Ferreiro.
Edurne y David De Gea, una pareja LAT
“LAT significa ‘living apart together’, es decir, parejas que no residen en la misma ciudad”. En el pasado, Edurne vivía en Madrid mientras David De Gea estaba en Manchester, pero lograron llevar bien la relación a distancia. Según señalan “ambos cuentan con recursos económicos, lo que les permitía coger un vuelo sin complicaciones”. La pareja, que lleva 14 años junta, incluso dio la bienvenida a su primera hija en 2021.
Los expertos creen que la clave de su éxito radica en que han sabido establecer acuerdos para verse y gestionar la distancia. Además, parece que la pareja se ha adaptado a las diferentes etapas de su relación, manteniéndose juntos durante 14 años a pesar de los numerosos rumores de crisis. Eso sí, a pesar de que los planes de De Gea eran residir en España, parece que, por el momento, esto no será posible.
Edurne apuesta todo por su relación
Edurne ha demostrado su compromiso con David De Gea, equilibrando la maternidad, su carrera profesional y su matrimonio. La llegada de su hija ha cambiado la dinámica de la pareja, fortaleciendo su relación y fomentando una mayor autonomía. Edurne, como ha señalado en varias ocasiones, no siente la necesidad de ver a su marido a diario, lo que, según ella, también favorece el «reencuentro sexual».
Ambos comparten valores y tienen una gran compatibilidad emocional, ya que su relación comenzó cuando ambos eran muy jóvenes; él tenía 20 años y ella apenas un poco más. En definitiva, forman una pareja que rechaza la rutina y la monotonía, adaptándose con éxito a las exigencias de sus carreras profesionales mientras construyen una familia maravillosa. Esto refleja que son dos personas emocionalmente equilibradas, con una notable capacidad de generosidad, especialmente por parte de Edurne.