Con la llegada del invierno, es común ver cómo las ventanas de nuestra casa se empañan debido a la condensación. Este fenómeno se produce cuando el aire cálido del interior de la casa entra en contacto con las superficies frías de las ventanas, lo que provoca la acumulación de humedad. No solo es incómodo, sino que también puede afectar la calidad del aire y contribuir a la aparición de moho. Afortunadamente, existen trucos sencillos y económicos para reducir, e incluso evitar, la condensación. Te contamos uno de nuestros favoritos.
3Mantenimiento y recomendaciones
El calcetín o la bolsa con el material absorbente necesita revisión cada 2 o 3 semanas. Si notas que el material se ha saturado y ya no es eficaz, puedes secarlo (por ejemplo, calentándolo en el horno a baja temperatura) o reemplazarlo por uno nuevo. Este truco es reutilizable y de bajo costo, por lo que puedes utilizarlo durante toda la temporada de invierno sin necesidad de hacer una gran inversión.
Además, puedes complementarlo con otras técnicas de ventilación, como abrir las ventanas unos minutos al día para permitir la circulación del aire, o utilizar un deshumidificador si la humedad es excesiva en la casa.
Evitar la condensación en las ventanas durante el invierno no tiene que ser complicado ni costoso. Con un simple truco utilizando gel de sílice o arena para gatos, puedes mantener tus ventanas libres de humedad y proteger tu hogar de los efectos negativos de la condensación. Recuerda que, además de este truco, mantener una buena ventilación y revisar periódicamente los materiales absorbentes ayudarán a mantener tu hogar cálido y seco.