El ingreso de Raphael en un hospital esta semana ha vuelto a poner de manifiesto que como el de Linares quedan pocos artistas. Uno de esos nombres que llevan décadas formando parte de eso tan ambiguo como es el imaginario colectivo.
Es el único cantante que lleva seis décadas sin abondonar los escenarios, además, con la característica a tener en cuenta de que no vive de su (amplio) catálogo de canciones sino que además constantemente une nuevos temas a su repertorio con nuevos discos. El último, versiones de canciones francesas.
Además, Raphael puede presumir de ser el único cantante de su generación en tener una carrera cinematográfica en serio. Cuando en los años sesenta España entraba en la senda del desarrollismo económico y se ingresaba en la sociedad de consumo, los niños prodigio se hicieron con las carteleras al mismo tiempo que el cine folklórico iba perdiendo fuella. Los productores de cine encontraron en las estrellas pop sustitutos estelares para el cine. Sin embargo, salvo Rafael Martos nadie consiguió tener una carrera en la pantalla grande tan sólida como Juanita Reina o Antonio Molina.
El cantante de Linares fue la excepción. En 1967 dos de sus cintas fueron las más taquilleras del país y, además, consiguió que una de ellas se estrenara en la Unión Soviética y fuera todo un fenómeno. Una distribuidora se llevó una de sus películas como complemento de programa de uno de los filmes de Sara Montiel que ya era una estrella en los países de la órbita soviética. La sorpresa del éxito de la película de Raphael hizo que el artista se convirtiera en el primer español en cruzar el Telón de Acero en un momento en el que no existían relaciones diplomáticas entre Madrid y Moscú.
ENTRE SERENA VERGANO Y VERÓNICA CASTRO
Aunque su debut en el cine se produjo con un pequeño papel en la película Las gemelas (1963) su primer papel recordado es en Cuando tú no estás (1966). Era una cinta dirigida por Mario Camus que marcó la pauta de sus primeras cintas: mezcla de cine de autor con el musical pop. La historia de un hombre que después de buscar la fama con la ayuda de una periodista, la olvida al conseguir el éxito. La chica de la película fue María José Alfonso. El guion de esta y sus dos siguientes cintas era de Antonio Gala.
A esta le siguieron dos productos más con Camus: Al ponerse el sol (1967) y Digan lo que digan (1967). En ambas, la pareja femenina era Serena Vergano, musa en ese momento de la conocida como Escuela de Barcelona que aunaba los cineastas más vanguardistas del momento. Luego fue esposa del arquitecto Ricardo Bofill y pasó por el trago de ser, brevemente, la suegra de Chábeli Iglesias.
Claro que entre sus parejas femeninas la más llamativa fue Shelley Winters en el El Golfo (1969) donde el cantante interpretaba a un gigoló que trabajaba en Acapulco. Eso sí, lo de llamativa con permiso de Verónica Castro. En 1973, también en México, rodó una cinta con Rapahel que nunca llegó a estrenarse en España. Generó mucha polémica porque incluía un desnudo del cantante. Si bien, de espaldas.
UN POLÉMICO DOCUMENTAL
Sin embargo, lu que clusuró su carrera cinatográfica durante décadas fue un documental. Cuando el cineasta Antonio Isasi Isasmendi y Marisa Paredes coincidieron con el artista en la Unión Soviética y quedaron fascinados con el impacto y el éxito del artista español entre el público ruso. Ante esto tomaron la decisión de rodar el documental Rafael en Raphael. Una cinta en que amigos del artista como Massiel o Manuel Benítez ‘el Cordobés’ hablaban abiertamente de él. Además, incluía entrevistas e imágenes del círculo íntimo del cantante. Se hablaba abiertamente de sexualidad, de las ideas políticas del intérprete y se incluían encuestas callejeras para saber qué opinaba la gente del artista.
En 2015, el de Linares volvió a la pantalla grande de la mano de Álex de la Iglesia con la comedia Mi gran noche. La unión entre director y estrella, con una concepción del mundo del espectáculo bastante similar, permitía al de Linares retomar una carrera cinematográfica que había quedado en punto muerto en 1975. Para muchos, especialmente los más jóvenes, el pasado fílmico de Raphael es casi desconocido. En esta película, estaba arropado por actores como Carmen Machi, Toni Acosta, Pepón Nieto o Mario Casas y realizaba una interpretación autoparódica. Fue una frivolidad que se no se habría podido permitir cuando sus exitosas cintas de los 60 y 70 jugaban al melodrama musical con mensaje.
