No es demasiado fácil conseguir un fanático de los ‘Nancys Rubias’. La banda liderada por Mario Vaquerizo es una institución extraña dentro de la cultura pop española, que a pesar de no aparecer en el wrapped de Spotify de nadie y no ser lo más atractivo del cartel de ningún festival tiene, al menos, 5 conciertos programados para este verano, sin contar con ser uno de los fijos en los eventos organizados por la Comunidad Autónoma de Madrid y el ayuntamiento.
Si bien en los eventos de la CAM a veces la banda de glam hace presencia en solitario en los eventos privados como el Starlite Occident de Marbella o su concierto en el teatro de Cordoba lo usual es que se presenten de la mano del dúo Fangoria, liderado por Alaska, su pareja desde hace 25 años.
Lo cierto es que de los 5 conciertos que han confirmado ambos grupos en conjunto para el próximo año, al menos dos confirman que la presencia de las Nancys Rubias fue una de las exigencias de Alaska para presentarse. Es cierto que Vaquerizo nunca ha escondido el apoyo del grupo de su esposa al suyo, de hecho califica a Fangoria como sus ‘Madrinos’, la exigencia de que un grupo se presente para tener al otro representa lo que algunos usuarios en redes han calificado como una «comisión encubierta», o parte del precio a pagar para ver al grupo de Alaska en vivo.
Lo cierto es que además no es como si el precio de las Nancys Rubias sea poco. Según publicaba El Plural, en diciembre del año pasado el grupo cobraba unos 18.000 euros por presentación, lo que aunque no los hace necesariamente el grupo más costoso de la temporada de festivales, pero sí los hace un costo extra por encima de unos Fangoria que ya piden otros 43.000 euros.
Es un contraste con otros grupos que han empezado en los últimos 10 años, y que todavía están presentándose en salas pequeñas, por qué no se han casado con un icono del pop. Lo cierto es que desde la aparición del grupo en 2004 la relación entre ambos ha sido evidente, con Nacho Canut, la otra mitad de Fangoria, componiendo el primer disco de las Nancys, ambas bandas comparten sello discográfico, Warner Music, y en el camino siempre han tenido el apoyo de una Alaska dispuesta versionar sus canciones en directo o, como en esta gira, a pedir la presencia del grupo para sus presentaciones.
NANCYS RUBIAS UNA EXIGENCIA COMPLICADA DE EXPLICAR A LOS FANÁTICOS DE ALASKA Y FANGORIA
Es evidente que para los fanáticos de Fangoria y Alaska han hecho las pases con este tipo de exigencias. Es una realidad que lo normal al ver una presentación del mítico dúo electrónico, el cuarteto de glam, sea parte del panorama. Aun así, no es siempre bien recibido previo a comprar la entrada. La figura icónica del dúo de su esposa ha hecho que como a Andrés Calamaro o Loquillo se le perdonen los cambios o discrepancias ideológicas en casi todas las tarimas del país, pero el propio Vaquerizo no tiene la misma suerte.
Es que a pesar de algún éxito puntual, las Nancys Rubias nunca han tenido el mismo alcance y la cercanía de Vaquerizo a Almeida, Ayuso y su periplo como colaborador de ‘El Hormiguero’ lo dibujan como una figura de la derecha. Él, por su lado, suele evitar hacer comentarios políticos, aunque se ha dejado ver con camisetas con imágenes del Valle de los Caídos que incluyen el conocido lema ‘Una, Grande y Libre’.
Sumado a que el último disco del grupo no es más que un disco de versiones, abiertamente pensado para tocar en las verbenas y pueblos, no parece que el grupo venda demasiadas entradas por sí solo, sin embargo, las conexiones de su vocalista siguen dándole algunas tarimas importantes.
FANGORIA TENDRÁ UN 2025 MUY MOVIDO
En cualquier caso, el dúo que lidera Alaska tendrá un 2025 muy activo, una buena noticia para el grupo de Vaquerizo. Además de haber confirmado ya 6 conciertos para todo el año, el grupo acaba de lanzar un disco en vivo, ‘A todo piano’ y todo apunta a que busca seguir anunciando fechas y presentaciones en las próximas semanas y meses. Se suma ver si los pescan en alguna fiesta del verano, como ya ocurrió con el carnaval de Cádiz, donde se presentaran ya ambos grupos.
La buena noticia para quienes no quieran verlos a ambos es que al menos se permite que los de Vaquerizo abran los conciertos, por lo que para los que no sean fanáticos la solución es tan simple como llegar tarde.