Sofía, Cristina y Elena han sido durante décadas los nombres que representaban la unidad de la familia real española, pero las decisiones recientes de las infantas han puesto en jaque esa imagen. En el contexto de una Navidad marcada por las tensiones familiares y las polémicas que rodean al rey emérito Juan Carlos, sus hijas han decidido pasar las fiestas en Abu Dabi junto a su padre, dejando a la reina madre en Madrid. Esta decisión ha sido interpretada como una estocada final hacia Sofía, quien se enfrenta en soledad a un panorama complejo.
Las festividades navideñas suelen ser un momento de reunión y celebración familiar. Sin embargo, para la reina emérita, estas fechas traen consigo la constatación de las divisiones internas que la familia ha enfrentado en los últimos años. La decisión de las infantas de volar a Abu Dabi refleja un claro alejamiento de su madre en un momento en el que ésta podría necesitar más que nunca el apoyo de sus hijas.
3Una madre que nunca perdió su rol
A pesar de los desaires y los retos, Sofía nunca ha abandonado su papel como madre y figura central de la familia. Desde los divorcios de sus hijas hasta las tensiones internas entre los miembros de la realeza, ha estado allí para ofrecer apoyo y guía, incluso cuando sus propias necesidades quedaban en segundo plano.
La reina madre también ha mantenido una relación cercana con sus nietos, quienes son una parte fundamental de su vida. Su presencia constante en los eventos públicos y privados de la familia demuestra su compromiso inquebrantable con el legado de la Corona.
Sin embargo, esta Navidad marca un momento de soledad para Sofía, quien tendrá que enfrentarse a las fiestas sin la compañía de sus hijas. Aunque contará con la presencia de su hermana, Irene de Grecia, y de otros miembros de la familia real, el alejamiento de Cristina y Elena será una ausencia notable.