¿Trabajarán 30 o 40 horas semanales? ¿Cuánto serán los sueldos? ¿Habrá una gran cantidad de repartidores que se queden sin trabajo? Estas son solo algunas de las preguntas que se hacen los riders de Glovo desde que se anunció que la plataforma de delivery que dirige Oscar Pierre dejaría de trabajar con autónomos y pasaría a trabajar con repartidores contratados, sea directamente o a través de flotas de plataformas como Easyrider o Gliders Force, que ya han empezado a contactar a los repartidores para explorar la posibilidad de contratarlos a futuro.
En cualquier caso, la plataforma de reparto todavía no les da la información sobre los nuevos contratos, simplemente porque todavía están afinando detalles sobre el futuro de la plataforma, como incluso lo revela el propio fundador y consejero delegado de la empresa en una reciente carta abierta publicada a través de ‘La Vanguardia’. En cualquier caso, el reloj sigue corriendo, pues se espera que los repartidores que tienen más tiempo de antigüedad empiecen a recibir información en las próximas semanas y que los más recientes la tengan ya para mediados de 2025.
En cualquier caso, es una situación complicada de ignorar, pues afecta a los 15.000 repartidores que trabajan para la plataforma en España. No es que la lentitud de Glovo sea una sorpresa, lo cierto es que es complicado ignorar que no solo se trata del nuevo costo de mantener a los riders como empleados, o de sumar lo que cuesta mantenerlos en la Seguridad Social, sino que además tienen que replantearse la organización de los horarios, para aumentar la cantidad de riders operando en las horas de mayor demanda, y revisar la posibilidad de recurrir a contratos fijos discontinuos o estrategias similares para enfrentar fechas como el verano donde la demanda tradicionalmente se reduce.
Son variables que la plataforma sigue analizando, incluso sabiendo que juegan con el reloj en contra. De momento siguen operando igual que siempre, y de hecho han ganado varios juicios en las últimas semanas, y siguen defendiendo que su modelo de trabajo era legal, pero es un cambio profundo no solo para la plataforma sino para todo el mundo del delivery. De momento se mantiene el silencio en Uber Eats, el primer rival del unicornio español en el mercado local, pero la decisión de Glovo ha puesto todas las miradas sobre su futuro inmediato, y la ha vuelto un refugio para algunos riders.
GLOVO APUNTA POR UN FUTURO SIN CONFLICTOS LEGALES
Lo cierto es que la decisión de Glovo no se debe solo al costo de las sanciones, que ha superado los 400 millones de euros que su empresa matriz, la alemana Delivery Hero, apartó para pagar este año, sino a que los problemas legales se han ido estirando en lo suficiente para generar un problema reputacional tan delicado como el costo económico este tipo de situaciones.
De igual modo, es importante tener en cuenta las reacciones de su competencia. Si bien Just Eat tiene contratados a sus repartidores de forma directa desde hace años, Uber Eats es otra historia. La realidad es que la empresa de transporte no ha querido aplicar una estrategia de contratación a su plataforma de entrega de alimentos tras la mala experiencia que dejaron de lado en 2022. De momento se han vuelto la última plataforma del mundo del delivery que sigue trabajando con autónomos a pesar de las críticas que ha recibido su principal competidor.
En cualquier caso, para Glovo la contratación les quita un importante dolor de cabeza. La plataforma de entrega de alimentos es una de las más populares del país, y del mundo, y recientemente han dado los pasos necesarios para diversificar sus ingresos, agregando cada vez más opciones a la aplicación, desde opciones de suscripción hasta las ya comunes compras del supermercado de forma digital.
EL DELIVERY Y SU TRANSFORMACIÓN EN 2025
Será interesante seguir de cerca tanto a Glovo como a sus competidores para saber cómo se transforma el sector con los nuevos cambios. La duda no es solo para los repartidores, sino también para los usuarios que cada vez más apuestan por la velocidad de estos servicios antes de solicitar la comida directamente a los locales. Además, será interesante saber si la plataforma es capaz de adaptarse para mantener la velocidad de entrega con este nuevo modelo de contratación.
De igual modo, todo es un misterio aún. La propia Glovo sigue preparándose para esta nueva realidad, aunque poco a poco ya empieza a contactar a los riders que están dados de alta en la plataforma. Será interesante saber cuántos repartidores se mantienen en la plataforma, si alguno de ellos decide que no quiere aceptar el nuevo modelo, o cuántos de ellos se quedan fuera del nuevo modelo, son dudas que no solo tienen los riders, sino que tiene también la plataforma española.