La figura del influencer foodie y sus historias se ha vuelto muy popular en los últimos años. Muchos de estos creadores de contenido recorren restaurantes probando platos y haciendo recomendaciones a sus seguidores. Sin embargo, no todos los restaurantes están dispuestos a ceder ante las peticiones de comer gratis a cambio de una «story». Algunos chefs están hartos de esta práctica y lo han dejado claro de manera contundente.
3El impacto del “chantaje” en la industria gastronómica
Raül Balam, chef con dos estrellas Michelin, también se unió a la conversación con una respuesta irónica: “¿Cuántos seguidores tenéis vosotros? Me tendríais que pasar quién os sigue por países, por sexos… Mi equipo de redes lo valorará y os dirá algo dentro de ocho o diez semanas”. Balam, con una clara postura crítica, dejó en evidencia la falta de seriedad de estas ofertas y cómo el tema de las redes sociales ha invadido el ámbito gastronómico de una manera desmesurada.
El problema, como señalan muchos chefs, es que algunos clientes e influencers recurren al chantaje de “o comes gratis o no te promociono”. Esta situación ha llevado a muchos profesionales de la cocina a replantearse el valor de las promociones a través de redes sociales. Mientras que algunos restaurantes aún ven el potencial de las publicaciones en redes, otros consideran que el trabajo de un chef y el coste de los productos no pueden ser cubiertos por un simple “post” en Instagram.