Hace pocas semanas que el ayuntamiento de Madrid dio la orden de expulsar de la capital los servicios de alquiler de bicicletas y de patinetes eléctricos privados en la capital. Lo cierto es que la decisión fue tomada abiertamente dado que se consideraba que las bicis de alquiler privadas eran innecesarias frente a la continuada expansión del sistema Bicimad. Sin embargo, los problemas de la plataforma denunciados por los usuarios vuelven a poner en duda la viabilidad del sistema de alquiler de bicicletas municipal.
Es que entre la falta de espacio en las vías de la ciudad para las bicicletas, que se ha traducido ya en accidentes para varios usuarios de bicicletas tanto municipales como propias, y los problemas en el uso de la aplicación hacen que sea un problema complicado de ignorar. A esto se suma que para el ayuntamiento no ha sido viable evitar que se vean riders de aplicaciones como Uber Eats o Glovo, o lo frecuente que es conseguirse con estaciones de Bicimad sin los vehículos han hecho que el servicio no se normalice más que entre curiosos y turistas.
Es cierto que esto obliga a revisar el funcionamiento del servicio. Bicimad es una de las apuestas clave del ayuntamiento, junto a las Zonas de Bajas Emisiones, para que la capital genere una menor cantidad de CO2 y pueda cumplir con las exigencias de Bruselas para recibir los fondos Next Generation que se entregan desde la Unión Europea. En cualquier caso, se trata de una situación delicada para poner a funcionar un servicio que la capital considera clave para el futuro.
Los ciclistas siguen además en pie de guerra reclamando no solo el mejor funcionamiento del servicio, sino que recuerdan que la ciudad debe adaptarse para que las bicicletas sean una opción viable. Es que a pesar de los esfuerzos de peatonalización de la ciudad, todavía es común ver lo complicado que es atravesar la ciudad en bici, sobre todo si no se cuenta con una ruta que pase por zonas verdes como El Retiro o la Casa de Campo.
LAS BICICLETAS SON UNA INVERSIÓN NACIONAL
Lo cierto es que la apuesta por Bicimad o plataformas de alquiler de bicicletas eléctricas similares no se limita a Madrid. Más allá de la capital, el presidente de gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado una inversión de 40 millones de euros para promover el uso de la bicicleta en las ciudades, la mitad se destinará a los servicios de bicicletas públicas en las ciudades y la otra mitad a bicicletas con asistencia eléctrica para particulares y empresas de reparto.
Así lo ha avanzado en una rueda de prensa el pasado 12 de septiembre desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, al mando de Óscar Puente, coincidiendo con la presentación de una campaña publicitaria para promover el transporte público.
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Es una apuesta general en el continente, que ha tenido buenos resultados en Países Bajos o Dinamarca, que poco a poco han conseguido normalizar el uso de este tipo de transporte como una opción clave para mantener las emisiones de CO2 en los niveles exigidos desde Bruselas, y para facilitar el día a día de los residentes en las ciudades. Pero el esfuerzo no incluye solo mejorar las calles, sino reducir los problemas de las aplicaciones públicas para su alquiler, y permitir en la calle las opciones privadas de micromovilidad.
BICIMAD HA SACADO DE CIRCULACIÓN LOS PATINETES PRIVADOS Y LAS BICICLETAS DE ALQUILER
En cualquier caso, la situación es complicada precisamente por la expulsión de algunas opciones complementarias a la apuesta del ayuntamiento. Incluso así, si la aplicación tuviese el funcionamiento correcto, lo normal es que tuviera la capacidad para atender a la cantidad de usuarios que suele recibir. La dificultad viene precisamente por esta combinación de reducir la cantidad de opciones y de que la aplicación tenga una falla masiva cada pocos meses.
La realidad es que la apuesta de Madrid necesita terminar de corregir estos detalles para funcionar como se espera. Aun así, el proceso no está avanzando a la velocidad que esperan los usuarios del sistema y los ciclistas, si la ciudad desea que la bicicleta sea una opción sería de transporte, parte clave de la estrategia es evitar problemas de la principal aplicación que permite a los madrileños acercarse a este modelo de transporte.