El entrenador pone su cargo a disposición del club
El futuro de Víctor Fernández como entrenador del Real Zaragoza pende de un hilo después de la rueda de prensa ofrecida el pasado 18 de diciembre de 2024. El técnico, visiblemente afectado por la situación del equipo, anunció que ha puesto su cargo a disposición del club tras los malos resultados en las últimas jornadas. El conjunto maño se encuentra inmerso en una crisis deportiva que lo ha alejado de los puestos de ascenso a LaLiga, objetivo principal de la temporada.
En sus declaraciones, Víctor Fernández asumió la responsabilidad por el rendimiento del equipo y expresó su deseo de no ser un obstáculo para la entidad. «Siempre he puesto al Real Zaragoza por delante de todo. Si mi continuidad supone un problema, estoy dispuesto a dar un paso al lado», afirmó. Estas palabras no solo reflejan su autocrítica, sino también su profundo compromiso con el club de su vida, al que ha dirigido en múltiples etapas.
Una temporada marcada por la irregularidad
La temporada 2024-25 no ha sido fácil para Víctor Fernández ni para el Real Zaragoza. A pesar de un comienzo prometedor, el equipo ha caído en una racha de resultados negativos que lo ha relegado a la mitad de la tabla. Las lesiones de jugadores clave y la falta de eficacia en ataque han sido algunos de los factores que han dificultado la labor del técnico.
Los aficionados, aunque mantienen respeto por la figura de Víctor Fernández, han comenzado a mostrar su descontento en La Romareda. La presión sobre el entrenador ha ido en aumento en las últimas semanas, especialmente después de las derrotas ante rivales directos. A pesar de todo, el técnico zaragozano no ha perdido el respaldo de parte de la directiva, que valora su experiencia y conocimiento del club, aunque ya estaría estudiando alternativas en caso de que su salida se concrete.
Víctor Fernández, un legado más allá de los resultados
Víctor Fernández es mucho más que un entrenador para el Real Zaragoza; es una leyenda viva del club. Bajo su dirección, el equipo conquistó la histórica Recopa de Europa en 1995, un logro que lo sitúa como uno de los técnicos más importantes en la historia de la institución. Su regreso en etapas posteriores siempre ha estado motivado por su amor incondicional al escudo.
En la rueda de prensa, el entrenador dejó entrever que su decisión final dependerá del diálogo con la directiva. «No quiero ser una carga, pero tampoco me iré si el club cree que aún puedo aportar», señaló. Por ahora, su continuidad está en el aire, y el Real Zaragoza deberá decidir si apuesta por su experiencia o inicia una nueva etapa en busca de la estabilidad que tanto necesita.