El dulce de membrillo es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Su textura, dulzura y versatilidad lo convierten en un imprescindible en muchas cocinas. Aunque la receta requiere tiempo, el proceso es sencillo y con solo dos ingredientes: membrillos y azúcar. Perfecto para disfrutar en postres, desayunos o incluso como acompañamiento de carnes, esta receta casera es mucho más sabrosa que cualquier versión industrial. ¡Anímate a prepararla!
3Cómo desmoldar y disfrutar tu dulce de membrillo
Vierte la mezcla caliente en moldes bajos y anchos, como tápers de plástico. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera por 24 horas. Esto permitirá que el dulce alcance su consistencia perfecta. Para desmoldar fácilmente, coloca el molde boca abajo bajo un chorro de agua caliente durante un minuto, seca el recipiente y separa los bordes con un cuchillo antes de volcar el contenido en un plato.
Este dulce es delicioso por sí solo, pero se eleva a otro nivel cuando lo acompañas con queso cremoso, o en tostadas. También puedes usarlo como base para tartas, salsas o para dar un toque especial a carnes. ¡Una receta tradicional que merece un lugar en tu cocina!