El dulce de membrillo es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Su textura, dulzura y versatilidad lo convierten en un imprescindible en muchas cocinas. Aunque la receta requiere tiempo, el proceso es sencillo y con solo dos ingredientes: membrillos y azúcar. Perfecto para disfrutar en postres, desayunos o incluso como acompañamiento de carnes, esta receta casera es mucho más sabrosa que cualquier versión industrial. ¡Anímate a prepararla!
2Cocción del dulce de membrillo
Coloca la pulpa de membrillo y el azúcar en una olla grande y plana. Cocina a fuego medio-bajo, removiendo con frecuencia para evitar que se pegue al fondo. Durante los primeros 10 minutos, el azúcar se irá disolviendo y mezclando con la pulpa.
Cuando notes que la mezcla está homogénea, utiliza una batidora para conseguir una textura más fina, si lo prefieres. Continúa cocinando durante aproximadamente una hora. La mezcla espesará y se oscurecerá, adquiriendo ese color característico del dulce de membrillo. Sabrás que está listo cuando puedas clavar una cuchara de madera en el centro y esta se mantenga en pie.