Pilar Eyre destapa el desprecio de Juan Carlos y Sofía a las infantas Elena y Cristina

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La periodista Pilar Eyre, experta en la Casa Real española, ha revelado detalles impactantes sobre la infancia de las infantas Elena y Cristina, hijas de Juan Carlos y Sofía. En un reciente artículo publicado en Lecturas y en declaraciones al programa TardeAR, Eyre desveló que las hijas del rey emérito vivieron una infancia marcada por el desamparo emocional y el desinterés de sus padres. Mientras que su hermano menor, el ahora rey Felipe VI, recibió atenciones y privilegios, las infantas sufrieron el peso de una educación desbalanceada y, según Eyre, un trato desigual.

Estas declaraciones han causado revuelo, dado que siempre se proyectó una imagen de unidad y armonía en la familia real. Sin embargo, Eyre sostiene que las constantes peleas entre Juan Carlos y Sofía y su afán por cumplir con sus deberes reales llevaron a que las infantas fueran «desasistidas» durante su niñez. Estas revelaciones no solo arrojan luz sobre la dinámica familiar de los Borbón, sino también sobre las dificultades que enfrentaron Elena y Cristina en su infancia y adolescencia.

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Una relación desigual entre hermanos

Pilar Eyre destapa el desprecio de Juan Carlos y Sofía a las infantas Elena y Cristina

La infancia de las infantas Elena y Cristina estuvo marcada por un trato desigual en comparación con su hermano menor, Felipe. Eyre sostiene que esta diferencia en el trato fue evidente desde muy temprano. Mientras que Felipe era preparado para asumir el trono desde su niñez, sus hermanas fueron relegadas a un segundo plano. Esta disparidad no solo afectó su autoestima, sino también la dinámica entre los hermanos.

Eyre destaca que esta desigualdad también se reflejó en la manera en que sus padres gestionaron sus problemas emocionales. Mientras que Felipe recibió el apoyo necesario para enfrentar los retos de su posición, Elena y Cristina tuvieron que lidiar con sus dificultades en soledad o con la ayuda de terceros. La periodista también apunta que esta disparidad en el trato ha contribuido a la distancia emocional que existe actualmente entre los tres hermanos.

A pesar de estos desafíos, Elena y Cristina han intentado construir sus propias familias y ofrecer a sus hijos una atención que ellas no recibieron. Sin embargo, el peso de su infancia complicada sigue marcando su vida adulta y su relación con el resto de la familia real.