La realidad del vapeo que regulará Sanidad: los jóvenes absorben niveles tóxicos de uranio y plomo

La moda del vapeo ha calado entre los jóvenes. Son habituales en los institutos e incluso están generando problemas de convivencia. Se ve como algo moderno, que genera un humo blanco que parece poco dañino y tienen sabores y aromas atractivos. Desde frutas, menta, vainilla, golosinas…

Pero esos cigarrillos electrónicos, como siempre se les ha conocido, siguen siendo dañinos para la salud y además se les considera una puerta de entrada al tabaco, especialmente en sectores que empiezan a ‘vapear’ cada vez más jóvenes.

EL VAPEO ES MUY POPULAR ENTRE LOS JÓVENES: EN ESPAÑA, EL 20% SE DECLARA VAPEADOR

De hecho, su empleo es cada vez más popular entre los adolescentes y, de hecho, ya ha superado al tabaco tradicional ya que, según un estudio coordinado por la Universidad de Glasgow (Reino Unido) y publicado por la OMS Europa, un 32% de los jóvenes de 15 años ha probado los vapeadores, frente a un 15% que ha consumido tabaco convencional. En España, casi el 20% de los jóvenes de entre 14 y 18 años se declara fumador o vapeador.

Hablamos de unos dispositivos que se presentan en diversas formas, como cigarrillos, cigarros, pipas y bolígrafos. Funcionan calentando un líquido (e-líquido) para producir un aerosol, comúnmente llamado ‘vapor’, que contiene nicotina y otras sustancias nocivas. Aunque no contienen tabaco en su forma convencional, se consideran productos de tabaco debido a la presencia de nicotina, aunque sea en muy pequeñas dosis.

Es ante esto que Sanidad no solo asume su retirada, sino su propia prohibición. El motivo es porque estos vapeadores expulsan niveles tóxicos que resultan dañinos para nuestro organismo. Estas sustancias son compuestos orgánicos volátiles, formaldehído y productos químicos saborizantes, algunos de los cuales están relacionados con enfermedades pulmonares graves.

LA PROHIBICIÓN DEL VAPEO ES ALGO «PREFERENTE» PARA SANIDAD

Además, los cigarrillos electrónicos pueden ser perjudiciales para los jóvenes, ya que la nicotina puede interferir en el desarrollo cerebral y llevar al uso posterior de productos de tabaco convencionales.

En su causa, la ministra de Sanidad, Mónica García, informó de que ha salido a consulta pública el proyecto de real decreto que regula las bolsas de nicotina, los vapers con o sin nicotina, restringe los aromatizantes y establece la obligatoriedad del etiquetado genérico en cajetillas y tabaco de liar. Y esto es lo que tiene que ver con la prohibición del vapeo.

Vapeo Sanidad Jóvenes

«La incorporación de los vapeadores hace que tengamos que actuar de manera preferente. No son solo políticas de salud pública sino de infancia y juventud», han asegurado desde el ministerio, que insisten en que los cigarrillos electrónicos «son la puerta de entrada» al tabaquismo de los más jóvenes cuando «fumar ya había perdido la dimensión atractiva» del pasado.

Esta prohibición, que va tener enfrente a muchos grupos de presión, admite Sanidad, ya estaba recogida en el plan antitabaco aprobado en abril que ahora debe ir aterrizándose en iniciativas concretas.

LAS SUSTANCIAS QUÍMICAS DE LOS LÍQUIDOS PARA VAPEAR SON MUY PERJUDICIALES

El vapeo también entraña muchos riesgos menos evidentes. Las sustancias químicas de los líquidos para vapear, entre las que se incluyen varias toxinas, metales pesados y posiblemente incluso polonio radiactivo, pueden ser perjudiciales. Los ingredientes, la cantidad de cada uno y la temperatura a la que se calientan también pueden afectar a lo que acaba en el vapor.

Algunos vaporizadores también pueden liberar más nicotina de la que el usuario espera. Esto puede deberse a la mezcla específica de ingredientes que las distintas marcas ponen en el líquido de vapeo. La variedad de sabores de los vaporizadores es preocupante, sobre todo para los adolescentes.

Con más de 7.000 sabores en el mercado, como fruta, algodón de azúcar, menta y chocolate, los vapeadores están diseñados para atraer a los jóvenes. Un estudio estadounidense de 2023 descubrió que los adolescentes se sienten especialmente atraídos por los sabores más afrutados. Es así que, a pesar de la percepción de que el vapeo es menos perjudicial que fumar tabaco, esta actividad genera una serie de riesgos para la salud.

DAÑOS RESPIRATORIOS

El vapeo puede irritar los pulmones y las vías respiratorias, causando tos, falta de aliento y en algunos casos, inflamación pulmonar aguda. Se ha observado un aumento de enfermedades pulmonares relacionadas con el vapeo, como la bronquiolitis obliterante, especialmente en usuarios jóvenes.

ADICCIÓN A LA NICOTINA

La presencia de nicotina en los líquidos de vapeo puede llevar a la dependencia, haciendo que sea difícil para los usuarios dejar de vapear. Esto es especialmente preocupante en los adolescentes, cuyos cerebros aún están en desarrollo y son más susceptibles a la adicción.

DAÑOS CARDIOVASCULARES

La nicotina en el vapeo puede aumentar la presión arterial y el ritmo cardíaco, incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, algunos estudios sugieren que los químicos presentes en los líquidos de vapeo pueden contribuir a la formación de placas en las arterias.

EXPOSICIÓN A QUÍMICOS NOCIVOS

Además de la nicotina, los líquidos para vapear pueden contener otros compuestos químicos dañinos, como el formaldehído que se forma durante el calentamiento y la vaporización. La exposición repetida a estos químicos puede tener efectos adversos en la salud a largo plazo, incluyendo daño pulmonar y riesgos para la salud cardiovascular.