El registro laboral con papel y boli está a punto de quedar obsoleto en España. El Ministerio de Trabajo ha anunciado una nueva normativa que obligará a las empresas a digitalizar los registros de jornada laboral a partir del 2025. Este cambio busca garantizar mayor transparencia, eficiencia y control por parte de la Inspección de Trabajo. Aunque algunos sectores aplauden esta medida, otros advierten sobre los retos que implicará su implementación. A continuación te contaremos cuáles son los pro y las contras de esta modificación.
1Fichaje digital obligatorio en el trabajo: adiós al papel
El fichaje con métodos tradicionales, como los cuadrantes en papel, ha sido una práctica común en muchas empresas españolas durante décadas. Sin embargo, la nueva normativa impulsada por el Ministerio de Trabajo busca reemplazar este sistema con un software digital especializado. Esta transformación no es solo una cuestión tecnológica, sino una apuesta por la transparencia y la protección de los derechos laborales.
Según Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, la medida permitirá un registro más preciso y detallado de las horas trabajadas por cada empleado. Esto no solo facilitará el seguimiento individual, sino que también reducirá las posibilidades de manipulación de datos. Además, la Inspección de Trabajo podrá acceder de forma remota a estos registros, agilizando las auditorías y aumentando la capacidad para detectar fraudes o irregularidades.