En las cárceles españolas, muchos presos tienen la posibilidad de trabajar a cambio de una remuneración económica. Aunque esta paga es muy inferior al salario mínimo interprofesional, ofrece a los internos una manera de ganar dinero mientras cumplen su condena. Este sistema tiene varias razones detrás, desde la reinserción social hasta la compensación por el trabajo realizado. A continuación, te explicamos cómo funciona este sistema y por qué se aplica en las prisiones del país.
3La realidad detrás de las cifras
Aunque el 20% de la población reclusa en España, alrededor de 11.375 internos, trabaja en prisión, los salarios que perciben son muy bajos en comparación con los estándares fuera de las rejas. Esta remuneración no tiene como objetivo mejorar significativamente la calidad de vida de los reclusos, sino que más bien actúa como una compensación simbólica por el trabajo realizado y una herramienta para fomentar la reinserción.
La remuneración de los presos españoles ha sido objeto de debate, especialmente cuando se compara con el salario mínimo interprofesional. Si bien algunos argumentan que los salarios deben ser más altos como incentivo para los internos, otros sostienen que la función principal de estos trabajos es más educativa y rehabilitadora que económica.
El trabajo en las cárceles españolas representa, por tanto, una oportunidad para los reclusos de reinsertarse en la sociedad, desarrollar nuevas competencias y adquirir experiencia laboral, aunque la compensación económica que reciben no refleje el esfuerzo realizado.