El sector de la aviación comercial está experimentando un crecimiento extraordinario, con previsiones que indican que las aerolíneas alcanzarán beneficios netos de 36.600 millones de dólares en 2025. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) prevé e incremento del 16% respecto al año anterior respaldado por una gestión eficiente de costes y una ocupación superior al 83%.
La cifra más impactante es la previsión de facturación superior al billón de dólares, representando aproximadamente el 1% de la economía mundial. Este logro viene acompañado de un aumento del 4,4% en los ingresos respecto a 2024, mientras que los gastos operativos se incrementarán un 4%, alcanzando los 940.000 millones de dólares.
Pasajeros y conectividad
El transporte aéreo de pasajeros alcanzará una cifra histórica de 5.200 millones de viajeros en 2025, lo que supone un incremento del 6,7% respecto al año anterior. Este crecimiento refleja la recuperación definitiva del sector tras la pandemia y la creciente demanda de viajes aéreos a nivel global.
Sin embargo, es importante destacar que el margen de beneficio neto se mantiene en un modesto 3,6%, lo que se traduce en aproximadamente siete dólares por pasajero. Esta realidad evidencia los estrechos márgenes con los que opera la industria, a pesar de las cifras millonarias que maneja.
Impacto económico y generación de empleo
La industria aérea se consolida como un motor económico global fundamental. Las proyecciones indican que el empleo directo en aerolíneas alcanzará los 3,3 millones de trabajadores en 2025. El impacto va más allá del sector directo, ya que la cadena de valor de la aviación genera empleo para 86,5 millones de personas y produce un impacto económico de 4,1 billones de dólares, representando el 3,9% del PIB mundial.
Este crecimiento beneficia especialmente a sectores relacionados como la hostelería y el comercio minorista, que se preparan para atender una demanda creciente. No obstante, existen desafíos importantes como los problemas en la cadena de suministro, que limitan las oportunidades de crecimiento y aumentan los costes en áreas como el arrendamiento y mantenimiento de aeronaves.
La industria también se enfrenta a retos fiscales, ya que se espera que las aerolíneas agoten sus pérdidas fiscales de la época pandémica, lo que resultará en un incremento de la carga impositiva en 2025. A pesar de estos desafíos, el sector mantiene su compromiso con la descarbonización y la eficiencia operativa, factores clave para su sostenibilidad futura.