No es una novedad que los taxistas lleven su guerra contra las VTC como Cabify, Uber y Bolt a los juzgados. Aun así, las victorias en Barcelona no dejan de ser llamativas al ser la ciudad en la que más han podido arrinconar estas plataformas, reduciendo la cantidad de vehículos y licencias operando en la ciudad al mínimo, y la más reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) vuelve a reducir las opciones del sector.
La sentencia, a la que ha tenido acceso este medio, anula el reglamento de VTC aprobado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en 2018 y con esta decisión también eliminan 399 licencias de VTC aprobadas bajo este reglamento y la posibilidad de aprobar permisos especiales para grandes eventos en la Ciudad Condal, que podían incluir festivales como el Primavera Sound o el Crüilla. Es otro golpe al sector en una ciudad donde han asegurado que solo los taxis son incapaces de cubrir la demanda de transporte en la ciudad, en particular durante los grandes eventos de los que los acaban de expulsar.
El motivo principal para la decisión del tribunal es que en su acuerdo la AMB «se excede en su competencia», asegurando que estos reglamentos deben venir de las leyes aprobadas por el Gobierno. La sentencia llega además mientras desde el sector del taxi se busca que se apruebe una nueva ley de transporte en la Generalitat que deje fuera de la ecuación a las VTC. De momento esta nueva medida no se ha aprobado, pero desde Élite Taxi se muestran con la confianza de que es simplemente cuestión de tiempo.
En cualquier caso, también es importante mencionar que la sentencia asume como válidas algunas medidas puntuales reflejadas en el reglamento de la AMB. Entre estas se incluye el sorteo como método para adjudicación de autorizaciones, la exigencia de transparencia en la titularidad de las mismas y la obligación de que tengan un local para poder realizar su actividad y estacionar los vehículos entre viajes.
También cede en un punto a favor de las VTC. Según la sentencia, ni Cabify, ni Uber, ni Bolt se verán obligadas a adaptar sus vehículos por motivos de accesibilidad. El motivo es simple: Los taxistas no tienen la misma exigencia, lo que hace que el tribunal considere innecesario obligar a las plataformas de la nueva movilidad, y además la sentencia insiste en que el famoso 1×30 no tiene una justificación legal.
EN BARCELONA CABIFY, UBER Y BOLT HAN TENIDO PROBLEMAS PARA OPERAR
Es bueno señalar que antes de que se aprobara esta medida, Uber, Cabify y Bolt habían tenido problemas para operar en Barcelona. De hecho, las dos primeras dejaron de dar servicio en 2019 y el unicornio español ha recordado varias veces que consideran que esta expulsión tiene un efecto negativo en la movilidad de la ciudad. La más reciente de estas protestas ha sido frente a la estación de tren de Sants, donde colocaron varias maletas para señalar los largos tiempos de espera de los visitantes a la Ciudad Condal, señalando que se debe a la ausencia de VTC.
En cualquier caso, no parece que la posición del Gobierno de la Generalitat y de la nueva alcaldía vaya a ser más amable con ellos. A esto se suma la presión que siguen haciendo los taxistas de la Ciudad Condal y el resto de la Comunidad Autónoma que insisten en que la presencia de las VTC no es compatible ni con su servicio ni con el normal funcionamiento del transporte público en las ciudades. De hecho, la guerra de Élite Taxi con los Uber, Cabify y Bolt incluso ha salpicado a Glovo en las últimas semanas durante el juicio de Oscar Pierre.
EL SECTOR DEL TAXI ESPERA QUE LA NUEVA LEY ENTRE EN VIGOR EN 2025
En cualquier caso, desde el sector del taxi se sigue esperando, cada vez con menos paciencia, la aprobación de la nueva ley de transporte. Esta realidad se trata de un objetivo que han tenido desde hace años, y sobre el que han insistido desde la llegada de Salvador Illa al Gobierno de la Generalitat. Además, una ley que venga desde el Gobierno Autonómico cumpliría con lo que exige la sentencia del TSJC, como lo hace por ejemplo la controvertida ‘Ley Uber’ aprobada en Madrid.
En cualquier caso es complicado predecir cuánto puede tardar esta medida. Mientras tanto, las VTC seguirán intentando poder volver a operar en Barcelona y el resto de Cataluña, pero si el gobierno autonómico sigue sin contar con ellos, su realidad no cambiará en el futuro próximo.
