Los avances en autonomía o eficiencia de los coches eléctricos y en la infraestructura de carga han sido claves para mejorar la experiencia de los usuarios y atraer a nuevos compradores. También cuanto a la batería de los mismos coches eléctricos.
Sin embargo, a pesar de estos progresos, la adopción del coche eléctrico por parte del público no ha sido tan masiva como se esperaba. Uno de los principales factores que frena su expansión es el elevado coste de reemplazo de la batería de tracción, un componente crucial para su funcionamiento.
SUSTITUIR LA BATERÍA DE LOS COCHES ELÉCTRICOS YA ESTÁ EN DESARROLLO
Los coches eléctricos actuales disfrutan de una tecnología de baterías mucho más eficiente que la de los primeros modelos. La autonomía, que en un principio era limitada y suponía una barrera importante para los usuarios, ha mejorado de manera palpable gracias al desarrollo de baterías de mayor capacidad.
Además, los tiempos de recarga se han reducido, y los sistemas de carga rápida permiten recuperar una parte importante de la autonomía en cuestión de minutos. También han mejorado aspectos como la seguridad en caso de accidentes, gracias a que las baterías están mejor protegidas contra impactos.
A pesar de estas mejoras, uno de los mayores temores de los potenciales compradores es la posibilidad de que la batería sufra una avería o desgaste prematuro.
CAMBIAR SUS BATERÍAS SERÁ UN 50% MÁS BARATO EN 2026
Aunque las marcas ofrecen garantías muy amplias, normalmente cubriendo entre 8 y 10 años o hasta varios cientos de kilómetros, los costes de reparación o sustitución pueden ser extremadamente altos una vez que la garantía expira. Este es un factor crucial a considerar, dado que las baterías son uno de los componentes más caros del vehículo.
Las baterías se dividen en varias partes. La unidad básica de almacenamiento es la celda, que simplemente almacena energía. Varias celdas se agrupan en módulos, salvo algunos diseños más modernos como el CTP de CATL (celda a paquete), y a su vez, varios módulos conforman el paquete de baterías. Lo normal es que las baterías sean NMC (níquel, manganeso y cobalto) o en mucha menor medida, LFP (litio ferrofosfato).
Para todos ellos, las previsiones son favorables. Si bien las baterías continuarán degradándose, el coste de sustituirla por una nueva va a caer drásticamente en los próximos años. Un informe reciente publicado por Recurrent Auto apunta a que el cambiar la batería de los coches eléctricos será un 50% más barato en 2026.
LA BAJADA DE PRECIOS MEJORARÁ TAMBIÉN UNA COMPRA MÁS BARATA DE LOS COCHES ELÉCTRICOS DE SEGUNDA MANO
“Los días de preocuparse por los costosos recambios de baterías de los vehículos eléctricos están contados”, aseguran desde Recurrent Auto. En su estudio explican que esta operación de sustitución no va a ser tan cara como lo era hace unos años, más aún teniendo en cuenta que muchas de estas reparaciones se llevan a cabo dentro del periodo de garantía oficial que ofrece el fabricante.
En el informe podemos comprobar que el coste medio del kWh en 2023 en las baterías de iones de litio era de 149 dólares (142 euros). En 2026, las previsiones apuntan a que el kWh pasará a costar unos 80 dólares (76 euros). Esto significa que pasará a ser mucho más económico y estas previsiones vienen respaldadas por la tendencia del mercado, ya que en 2013 el coste del kWh era de casi 800 dólares.
Y es que la bajada de precios de las baterías de los coches eléctricos no solo va a mejorar la economía de los conductores de este tipo de vehículos. También aquellos que estén interesados en comprar uno de segunda mano podrán beneficiarse y ahorrar en la adquisición de un eléctrico sin preocuparse por una sustitución posterior de la batería.