Un disco de Villancicos, la delgada línea roja de todo artista: de Pantoja al último sospechoso, Bisbal

Todo artista con un larga trayectoria acaba realizando un disco de versiones, otro de deutos y uno grabado en directo. Sin embargo, la gran línea roja siempre es el disco de Villancicos. Pocos géneros musiciales generan tantro rechazo con este tan típicamente navideño. Tal vez, el origen de su hastío hay que buscarlo en la profesionalización. Cuando eran canciones populares que se cantaban en las calles o en reuniones invitan a la unión y la comunición de un momento concreto. En el momento que alguien coje Los peces en el río y le mete producción de fondo y empaqueta un producto popular (en el sentido estricto del concepto) para consumo que si fuera el nuevo Álbum blanco, empieza el rechazo.

El último en caer en ello ha sido David Bisbal. Nadie le puede quitar el mérito de ser el artista de su generación más masivo. El que más mercados ha conseguido. Los años le han afianzado, de sex symbol latino a artista maduro incuestionado. Por ello no ha soprendido que se vista de crooner. La sorpresa viene cuando al abrir la boca no ha sido para cantar un bolero o una traducción de Frank Sinatra. Lo hace para cantar el Burrito Sabanero. Pocos villancicos acaban con la paciencia de un ser humano como este.

El famoso burrito fue una novedad hace años. Tan éxito para los españoles como el Campana sobre campana lo ha podido ser para un chino. Pero ya lo hemos hecho nuestro. Tanto que, cuando suena en un supermercado o gran almacén, lo repudiamos con el mismo aínco que los villancicos caseros. Ya se le odio con la fuerza de lo que se entiendo como nuestro.

Bisbal ha sido el último artista española en decidir atizarle a las canciones navideñas para volver al mercado discográfico. Antes que él lo han hecho muchos otros.

LAS FOLKLÓRICAS

Las reinas del canción española no han perdido la oportunidad de facturar marcándose un disco de villanciscos. En 2004 Isabel Pantoja lanzó Mi Navidad flamenca. Lo hacía en plena polémica por su relación sentimental con Julián Muñoz, el corrupto alcalde de Marbella. Años antes, en 1986, había lanzado, con videoclip incluido, Yo seré tu Navidad junto a su hermano Agustín.

Lola Flores Pescailla Villancicos
Disco De Villancicos De Lola Flrores.

Lola Flores junto a su mario Antonio González ‘el Pescadilla’ lanzó varios discos de lo que denominaban Villancicos gitanos. Antoñita Moreno prefirió lanzarse a poner un punto de cante jonde a los villancicos más populares. Por rumbas preferió Dolores Vargas. En 1986 Encarnita Polo, pionera del conocido como flamenco-pop, editó con orquesta Campana sobre campana que recogía todos los Villancicos populares. Rocío Jurado tampoco se resistió a editar un disco del mismo género con Nueva Navidad a principios de los 90.

UNA SORPRESA INDIE

Bisbal noes el único caso de 2024. Iván Ferreiro ha sorprendido con un proyecto musicial más que llamativo. Se trata de un villancico propio con otros artistas. Se trata de Cuentos de hadas en Madrid, junto a otros artistas como Pablo López al piano, Leiva en la batería, Rozalén con la bandurria, Mikel Erentxun a la acústica, Vega, Santi Balmes, Julián Saldariaga y Angie Sánchez haciendo coros; Xosé Manuel Budiño con la flauta, Edurne Arizu al acordeón, Amaro Ferreiro a la guitarra, Ferrán Pontón (Egon Soda) a la mandolina y Ricky Falkner al bajo y en el apartado producción musical.

LETICIA SABATER, LA MARIAH CAREY HISPÁNICA

Sabater lleva años cumpliendo dos tradiciones: una canción para el verano y otra para el verano. La última, El langostino rufino que lleva más de un millón y medio de reproducciones en YouTube. Aunque mucho hacen mofa de la catalana nadie ser ríe de ella mejor que la propia Leticia Sabater.

En los últimos años, cuando la tele dejó de reclamarla como presentadora, decidió reinventarse como showoman y, seriedades a parte, es una de las artistas españolas con más bolos y, hasta sus mayores críticos le reconocen que es una gran trabajadora. Al contrario, Mariah Carey no vive de la misma canción durante treinta años.