Villarejo de Salvanés, un pequeño municipio de Madrid con unos 7.000 habitantes, se encuentra sumido en una crisis que afecta directamente a la vida cotidiana de sus vecinos. La recogida de basura ha sido drásticamente reducida debido a una deuda de más de 626.000 euros con la Mancomunidad Intermunicipal del Sureste de Madrid. Por otro lado, la Policía Local no cubre los turnos de tarde debido a la falta de efectivos, dejando al municipio sin seguridad en horarios clave. La problemática de la basura y la ausencia de efectivos, hasta el momento, no han tenido una solución y se agravan con la polémica gestión del alcalde Jesús Díaz Raboso, quien enfrenta denuncias públicas y críticas por su manejo de la situación.
1Una deuda millonaria que convierte la basura en un problema mayor
Desde el pasado 2 de diciembre, la recogida de basura en Villarejo de Salvanés se realiza con una frecuencia mínima: una vez a la semana para los contenedores amarillos y azules, y dos veces semanales para el resto. Esta drástica reducción responde a una deuda de 626.691,65 euros que el Ayuntamiento ha acumulado durante dos años con la Mancomunidad Intermunicipal del Sureste de Madrid.
La falta de pago no solo ha afectado la frecuencia de la recogida de la basura, sino que ha provocado la suspensión de otros servicios esenciales, como la desinfección, desinsectación, desratización y el uso de camiones multiusos, según informó Huffington Post. Estas herramientas eran fundamentales para mantener la limpieza y salubridad del municipio, especialmente en épocas críticas como el verano.
La acumulación de basura en las calles ha generado malestar entre los vecinos. Los olores desagradables y la proliferación de plagas han convertido los espacios públicos en zonas insalubres, afectando directamente la calidad de vida de los habitantes. “Nunca habíamos visto algo así. Los contenedores están desbordados y las ratas comienzan a ser un problema”, lamentó un vecino en redes sociales. Además, la falta de comunicación por parte del Ayuntamiento ha aumentado la frustración de los ciudadanos, quienes exigen respuestas claras y soluciones inmediatas. Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido un plan concreto para saldar la deuda ni para restablecer los servicios.
