La Dirección General de Tráfico, la DGT, ha lanzado un aviso contundente a los conductores que suelen viajar solos en su coche. Aunque este comportamiento pueda parecer inofensivo, tiene implicaciones importantes que afectan tanto al bolsillo como al medioambiente.
Lo cierto es que coger el coche, el tren o el autobús e ir a un pueblo cerca de tu lugar de residencia a pasar el día es también viajar y, si lo haces sin acompañantes, solo. La experiencia de conocer un destino acompañado o en solitario es completamente distinta, en algunas ocasiones mejor y otras veces peor.
LA DGT PIDE A LOS CONDUCTORES QUE VIAJEN SOLOS EN SUS COCHES QUE LO COMPARTAN CON AL MENOS DOS PERSONAS
Elena García Donoso, la fundadora y CEO de Viajes Al otro lado del miedo, mantiene la tendencia al alza de viajar sin acompañantes, sobre todo entre las mujeres: «Los últimos datos dicen que de todos los viajeros en solitario, el 70% son mujeres y esto está muy relacionado con ese sentido de la identidad y la conexión con la parte más emocional
El problema radica en el desaprovechamiento de los recursos en un momento en que la movilidad eficiente y sostenible es clave.
O lo que es lo mismo; los coches con un solo ocupante generan más emisiones contaminantes por persona y contribuyen al tráfico excesivo en las ciudades. Además, el costo económico del combustible y el mantenimiento del vehículo recae únicamente sobre el conductor.
LA EMISIÓN DE CONTAMINACIÓN Y LOS ATASCOS, LAS MAYORES PROBLEMÁTICAS
Más concretamente, los cálculos revelan que un conductor que recorra solo en un coche grande un trayecto de 1.000 kilómetros puede emitir hasta 250 kilogramos de dióxido de carbono (CO2). Frente a ello, la contaminación sobre la misma distancia en tren o en un coche pequeño con otras tres personas puede situarse en los 50 kilogramos de CO2 por cabeza.
Ante esta situación, la DGT promueve soluciones como el uso del transporte compartido o el carpooling. Estas alternativas no solo ayudan a reducir las emisiones, sino que también representan un ahorro significativo para los usuarios.
La idea es reducir los atascos, que cada vez son más frecuentes y más largos, y con ello también bajar la contaminación. Al final, compartir coche no solo ayuda a mejorar el tráfico, sino que también es un paso hacia un aire más limpio en las ciudades. Es un cambio de mentalidad que podría tener un impacto positivo en cómo vivimos el día a día en las grandes ciudades.
«EL FUTURO DEL TRÁFICO SERÁ COMPARTIDO O NO SERÁ»
Si bien no es obligatorio, este cambio de hábito podría ser clave para fomentar una movilidad más responsable. El mensaje es claro: si conduces solo, reflexiona sobre las consecuencias. ¡Apostar por compartir tu trayecto podría marcar la diferencia para tu bolsillo y el planeta!