Ingenieros de Montes critica la «restrictiva» ley europea sobre gestión forestal: «No entiende el monte mediterráneo»

Cree que España tendría que aprender de países como Finlandia en la gestión de recursos forestales

El decano del Colegio Oficial de Ingenieros De Montes, Eduardo Tolosana, ha señalado que el sector privado tiene «bastante interés» en el impulso de la bioeconomía, también en campos donde España va más «atrasada» como la gestión de recursos forestales. Sin embargo, ha incidido en que la legislación europea al respecto es «muy restrictiva» y a pedido al Gobierno que «considere la realidad sectorial y la necesidad de competitividad» de las empresas españolas antes de trasponerla.

«Hay un problema, las autoridades europeas –digamos, Bruselas– no entienden bien el monte mediterráneo y sus oportunidades de producción de bioproductos y sus dinámicas. Entonces, se intentan aplicar condiciones que a lo mejor tienen sentido para Holanda o para Alemania, pero que aquí no», ha señalado en declaraciones a Europa Press.

En este sentido, ha opinado que las «restricciones» no se aplican sólo al sector forestal, sino que constituyen «una gran burocratización» de la gestión del territorio que dificulta que actores privados –en especial, microempresas o autónomos– se puedan adaptar y puedan empezar a llevar a cabo estas actividades innovadoras de aprovechamiento sostenible que tienen que formar parte de la bioeconomía.

De cara al futuro, el experto ha recalcado que el impacto ambiental disminuye si en vez de petróleo u hormigón se utilizan biocombustible o madera. Desde su punto de vista, la bioeconomía se impondrá en Europa. Por esta parte, ha recordado que ya existe una estrategia europea de la bioeconomía que está transpuesta a la legislación española. A su juicio, habría que admitir «alguna flexibilidad» cuando entre en conflicto con otras estrategias europeas o españolas, como son las de la biodiverisdad o la de la restauración de la naturaleza.

ESPAÑA DEBERÍA APRENDER DE FINLANDIA PARA GESTIONAR BOSQUES


Al margen de ello, Tolosana ha explicado que hay países que tienen una tradición forestal más antigua, lo que tiene relación con el tipo de recursos con los que cuentan. Estos son, por ejemplo, los países nórdicos. Por el contrario, España ha vivido más de la agricultura y de la ganadería. Así, en Europa se gestiona un porcentaje de la superficie muy alto, es decir, se corta aproximadamente un 60 o 65% de la madera que crece en los bosques. En comparación, en España se está cerca del 40%.

En la actualidad, gran parte del territorio agrícola y de la ganadería extensiva español se está abandonando se está abandonando y está siendo ocupado por bosques. Desde el punto de vista del decano del Colegio Oficial de Ingenieros De Montes, el país debería aprender que esos vecinos europeos a aprovechar de forma sostenible esos recursos. Así, ha incidido en que un «aprovechamiento sostenible» de los bosque no sólo es bueno económicamente, sino que también lo es para la propia biodiversidad y para evitar riesgos, por ejemplo, de incendios.

En este punto, ha insistido en que el sector industrial tiene mucha demanda. Por ejemplo, en lo que concierne a la construcción, que está pivotando hacia la construcción con madera para descarbonizarse. Sin embargo, no cree que España tenga ni «la agilidad legal ni la operacional para, de forma sostenible, suministrar la materia prima necesaria al sector. «Lo mismo pasa con otros productos forestales no maderables renovables también, como la resina, el corcho», ha añadido.

A su juicio, el país tendría que impulsar «palancas legislativas y económicas» para que la producción se facilite de abajo a arriba «siempre, por supuesto, (respetando) las restricciones de sostenibilidad».

Preguntado sobre si hay suficientes personas dispuestas a estudiar y trabajar en puestos relacionados con la bioeconomía, ha admitido que ahí existe un problema de falta de demanda. Si bien esto se extiende a otras disciplinas, como las matemáticas, el experto ha admitido que se agrava en el caso de la especialización de ingeniero de montes, «muy desconocida» y menos «atractiva» que otras ingenierías.

Además, ha indicado que otro de los problemas es el de la despoblación y, relacionado con ello, la falta de personal «de campo». Sobre esto, ha señalado que las administraciones públicas deberían actuar mejorando los servicios que ofrecen en esas zonas. «Hay que seguir ofertando servicios de calidad en el medio rural, porque si no, los padres no querrán que nuestros hijos se desplacen y trabajen allí, y los propios jóvenes tampoco estarán por la tarea», ha incidido.