La relación entre Iñaki Urdangarin, la infanta Cristina y Ainhoa Armentia ha marcado un antes y un después en la vida pública y privada de la familia real española. El divorcio de los antiguos duques de Palma ha desencadenado una serie de tensiones y cambios que han copado los titulares, revelando un complicado equilibrio entre el pasado, el presente y el futuro de los implicados.
Desde que se hiciera pública la relación de Urdangarin con Ainhoa Armentia, la dinámica familiar ha dado un giro drástico. Mientras el exdeportista consolida su nueva vida, la infanta Cristina ha apostado por su papel como madre y su reintegración en la agenda pública, aunque el choque de intereses y emociones entre las partes no ha pasado desapercibido.
4La infanta Cristina: madre, profesional y figura pública
En medio de esta situación, la infanta Cristina ha encontrado refugio en sus hijos y su trabajo. A pesar de las polémicas que han marcado su vida, la hermana del rey ha demostrado una gran resiliencia al centrarse en su papel como madre y en su reintegración en la agenda pública.
Cristina ha sido una figura clave en la vida de sus hijos, especialmente en momentos de transición como las mudanzas de Juan e Irene al Reino Unido. Estos cambios han fortalecido el vínculo familiar, permitiendo a los cuatro hermanos mantener una relación cercana a pesar de las tensiones con su padre.
Además, la infanta ha recuperado parte de su presencia en eventos oficiales, aunque su relación con la reina Letizia sigue siendo fría. Este distanciamiento no ha impedido que Cristina asuma su rol dentro de la familia real, demostrando que su compromiso con la institución sigue intacto.