Kylian Mbappé es el futbolista que está recibiendo todo tipo de críticas debido a su bajo rendimiento en las últimas jornadas en el Real Madrid. Desde que el francés aterrizó en la capital de España en el mercado de verano pasado, muchas son las expectativas que han estado puestas en sus servicios. Se creía que sería un líder indiscutible en el equipo de Valdebebas, pero ha sucedido todo lo contrario. El jugador no ha podido adaptarse completamente al esquema de Carlo Ancelotti y no está dando los resultados que se esperaban.
La semana pasada falló un penal que le pasó factura al equipo madrileño en Champions League ante el Liverpool en Anfield, y este miércoles el galo volvió a fallar en LaLiga, lo cual supuso la derrota de los blancos ante el Athletic Club en San Mamés.
Sin embargo, aunque toda la culpa se la están echando al delantero de 25 años de edad, hay que destacar que la crisis que está teniendo el jugador también se ve reflejada en la entidad en general, que no pasa por su mejor momento.
Y es que el mismo entrenador, Carlo Ancelotti, está en la cuerda floja porque sus tácticas tampoco están cuajando. El mismo preparador físico del equipo, Antonio Pintus, ha sido señalado fuertemente por métodos que ya no cuajan. Pero se sabe que Florentino tiene al italiano como su mano derecha y no lo va a echar.
Además, el virus de las lesiones ha puesto en jaque al equipo. Es decir, son una serie de hechos que tienen ahora mismo al club del Santiago Bernabéu contra las cuerdas, y no precisamente hay que culpar a Mbappé, como muchos señalan de manera errónea, simplemente por haber tenido fallos, que pueden cometer cualquier futbolista.
1La crisis del Real Madrid, más allá de Mbappé
El Real Madrid está pasando por una tormenta deportiva sin precedentes. La misma tiene unas raíces muy profundas y no solamente es Mbappé como se lee en la gran mayoría de los medios de comuncación nacional e internacional.
Se sabe que el delantero francés está muy lejos de ser el goleador que se esperaba. Este acumula fallos inexplicables, sobre todo desde el punto de penalti que se ha convertido en su principal enemigo.
Sin embargo, no hay que etiquetarlo como el único culpable de este bache. Pues la crisis es colectiva, y todo empieza en el banquillo.