Tras dos años negándose a cumplir con la ley rider y defendiendo la autonomía de sus repartidores, Glovo, el unicornio español del delivery, ha decidido finalmente contratar a los famosos ‘Riders’. La noticia llega justo antes de que el fundador y director ejecutivo de la plataforma de delivery, Oscar Pierre, declare por la investigación de fiscalía en su contra y mientras que Just Eat introduce una denuncia contra ellos por competencia desleal. Es una decisión que equilibra el tablero de juego entre las dos plataformas y que también es un cambio profundo en la forma de operar de una plataforma que este mismo año insistía que no era viable contratar a sus repartidores.
El anuncio inicial deja varias dudas, tanto del sueldo mínimo de los repartidores como del futuro inmediato de aquellos riders que, de forma legal, trabajan con una cuenta subarrendada. Según el anuncio enviado a los repartidores desde la plataforma, planean reunirse con ellos e ir aclarando dudas en las próximas semanas.
La decisión es sobre todo una buena noticia para el equilibrio de los mercados. Desde Just Eat ya se había denunciado por competencia desleal, que asciende hasta los 295 millones de euros. La plataforma tenía años asegurando que era necesario que todas las plataformas del sector contrataran a sus repartidores para que la competencia en el sector se mantuviera en el tiempo, y fuese rentable para varios de ellos.
Desde la empresa se ha recordado que el trabajar con «falsos autónomos» como el caso de Glovo, permite unas ventajas competitivas que consideran injustas al ir en contra de lo que dice la ley. Específicamente desde la plataforma han recordado que esto permite un mayor margen a la hora de calcular precios o de organizar los horarios de los trabajadores de cara a momentos de alta demanda, pues en el caso de las plataformas que usan autónomos estos deciden por su propia cuenta operar en estos momentos. Son ventajas competitivas que tienen los rivales de Just Eat precisamente por ignorar la normativa señalada en la ‘ley rider’.
UN COSTO DE 100 MILLONES DE EUROS, PERO MENOS QUE LAS SANCIONES
Lo cierto es que Glovo tenía motivos económicos para tomar la decisión. Desde principios del año, su principal accionista, la plataforma alemana Delivery Hero, anunció que tenía apartados 400 millones de euros para costear las sanciones y costos legales relacionados con el uso de autónomos en España, dinero que han tenido que usar durante 2024. A esto se han sumado otros problemas como la mencionada denuncia en fiscalía contra su director ejecutivo o la sanción italiana por «espiar» a sus repartidores.
Sumado a la denuncia presentada por Just Eat, que podría traducirse en otros 295 millones de euros, es lógico que se asuma el costo de contratar a sus repartidores. 100 millones de euros, a pesar de ser un número alto, es también mucho menos del costo de seguir ignorando las normativas alrededor de los riders. En el fondo esté siempre fue el objetivo de las medidas de presión aplicadas sobre la plataforma. La decisión pone todos los ojos sobre la tercera gran competidora en el sector, Uber Eats, que sigue trabajando con autónomos tras el intento de contratar flotas que colapsó en 2022.
En cualquier caso, será llamativo ver que pasa con esta opción ahora que sus dos principales rivales han cedido a la presión. Tampoco sería un cambio tan radical en su funcionamiento para una Uber que ya ha aplicado fórmulas para no necesitar los autónomos en su servicio de transporte, que funciona contratando flotas de las empresas de VTC que manejan las licencias y son dueñas de los vehículos que usan en las ciudades españolas es la que operan.
GLOVO CAMBIA DE MODELO CUANDO EL DELIVERY TIENE BUENOS DATOS
De momento en Glovo al menos pueden respirar con calma al ver los números de la plataforma y del sector. Tras años con pérdidas, poco a poco han ido poniéndose en una situación positiva y este año Delivery Hero ha asegurado que la plataforma española tendrá un EBITDA positivo tanto en 2024 como en 2025. Aun así, será interesante saber si el cambio en el modelo sirve para que desde la plataforma consigan que el nuevo modelo siga siendo positivo en el futuro inmediato.
En cuanto a sus competidores para Just Eat no es un gran cambio de paradigma, más allá de que ahora competirán con las mismas herramientas, pero será interesante ver como Uber Eats reacciona en los próximos días. De momento no han querido hacer ningún comentario a este diario sobre la decisión de Glovo, pero es evidente que así como se apretaron las tuercas del unicornio español, la plataforma de delivery de la empresa de transporte tendrá ahora que lidiar con los ojos de los reguladores en España, y el resto de Europa, sobre sus decisiones.