El de 2024 ha sido el mes de noviembre más cálido en la Península desde que hay registros

El mes de noviembre de 2024 ha marcado un hito histórico en la meteorología española, al registrarse como el más cálido desde que se tienen datos oficiales en 1961. Según los datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la temperatura media alcanzó los 12,4ºC, superando en 2,8ºC el promedio normal para este mes, tomando como referencia el período 1991-2020.

Este registro excepcional supera en 0,5ºC al anterior récord, que databa de noviembre de 1983, lo que evidencia una clara tendencia al calentamiento progresivo en la Península Ibérica. Este incremento significativo de las temperaturas se enmarca en el contexto del cambio climático global que está afectando a todo el planeta.

La situación térmica extrema se ha visto acompañada por una notable escasez de precipitaciones. Los datos recopilados hasta el 28 de noviembre revelan que las lluvias quedaron un 40% por debajo de los valores normales para este mes, a pesar de haberse registrado episodios de precipitaciones abundantes en la zona mediterránea durante los primeros días.

Esta combinación de altas temperaturas y escasez de lluvias está teniendo importantes consecuencias:

  • Afectación a los cultivos y la agricultura
  • Reducción de las reservas hídricas
  • Alteración de los ciclos naturales de la vegetación
  • Mayor riesgo de incendios forestales fuera de temporada
  • Impacto en la biodiversidad local
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Implicaciones del cambio climático en España

Este nuevo récord de temperaturas no es un hecho aislado, sino que forma parte de una tendencia climática preocupante. España, por su ubicación geográfica, es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático, siendo uno de los países europeos más expuestos a sus consecuencias.

Los expertos señalan varios factores que contribuyen a esta situación:

  • Cambios en los patrones atmosféricos que favorecen la llegada de masas de aire más cálidas
  • Efecto isla de calor en zonas urbanas que intensifica las temperaturas elevadas
  • Alteración de los ciclos estacionales tradicionales
  • Modificación de los regímenes de precipitación habituales