Las lesiones lastran la presencia del jugador en el equipo de Hansi Flick
El pasado verano el FC Barcelona y el RB Leipzig alcanzaban un acuerdo para el traspaso de Dani Olmo. Los azulgrana se hacían así con uno de los jugadores más prometedores formados en La Masía previo pago de 55 millones de euros en concepto fijo y otros siete millones de euros en variables. Para asegurarse su futuro, el de Tarrassa firmaba hasta el mes de junio de 2030 con una cláusula de rescisión de 500 millones de euros, sin embargo, parece que su presente empieza a ser desconcertante.
En este sentido, Dani Olmo no está pudiendo disputar todos los encuentros que a Hansi Flick le gustaría por su predisposición a las lesiones musculares. Así, esta mismo temporada el futbolista catalán ya ha sufrido el primer inconveniente que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante 31 días en los que se perdió ocho partidos entre el FC Barcelona y la Selección Española.
Dani Olmo se pierde la mitad de los partidos
La tardía llegada de Dani Olmo al FC Barcelona le obligó a perderse los dos primeros encuentros de la temporada con el equipo azulgrana. Tras ello, el de Tarrassa no tardó en hacerse un hueco en el equipo siendo decisivo en los tres partidos posteriores, sin embargo, la primera lesión muscular le dejaría fuera de juego durante un mes.
Tras su regreso a finales de octubre Dani Olmo ha ido acumulando tanto titularidades como suplencias en la búsqueda de un equilibrio que le aleje de las lesiones. Esta estrategia de Hansi Flick y los servicios médicos del FC Barcelona han llevado al de Tarrasa a disputar únicamente la mitad de los partidos que ha jugado el equipo azulgrana esta temporada.
Un descanso necesario
En el FC Barcelona son conscientes de que Dani Olmo es un jugador con cierta fragilidad muscular, una característica que le impedirá encadenar tres partidos consecutivos en una semana. Su entrenador, Hansi Flick, por tanto, deberá dosificar los minutos que el centrocampista pasa sobre el césped para tenerle disponible el mayor número de partidos posible.
Un claro ejemplo de esta política de juego con Dani Olmo lo hemos vivido esta pasada semana. Así, el jugador jugó 89 minutos en el partido de liga frente al Celta de Vigo para después acumular 68 minutos más ante el Stade Brestois. Por el contrario, este fin de semana el centrocampista se quedó en el banquillo en la derrota del FC Barcelona frente a la UD Las Palmas.