El 23 de noviembre, Yolande Descamps, empleada de Alcampo con 40 años de servicio, fue despedida por «ineptitud». Al día siguiente, la empresa matriz, Auchan, le otorgó una medalla de oro por sus “buenos y leales servicios”. Este insólito caso, ocurrido en Roncq, al norte de Francia, ha generado indignación y debate en toda Europa. La historia de Yolande pone destapó las problemáticas políticas laborales de Alcampo y el trato que tiene la firma con los empleados con discapacidad. A continuación te contaremos por qué la cadena de supermercado tomó la polémica de decisión de despedir a un empleado y a la vez premiarlo.
4El contexto laboral en Alcampo y la inclusión de trabajadores con discapacidad
El caso de Yolande Descamps se produce en un momento delicado para Auchan. La empresa enfrenta una crisis económica que la ha llevado a anunciar el recorte de más de 2.000 puestos de trabajo. Aunque el despido de Yolande no está directamente relacionado con estas medidas, su caso resalta los desafíos de las grandes empresas para gestionar a trabajadores con condiciones especiales.
En España, Alcampo emplea a más de 24.000 personas y cuenta con más de 500 tiendas físicas. A pesar de su tamaño y alcance, este caso expone una aparente falta de políticas efectivas para la inclusión de empleados con discapacidad. La situación de Yolande plantea preguntas sobre el cumplimiento de las normativas de igualdad y adaptación laboral.
El convenio colectivo del sector de grandes almacenes establece salarios que varían según el puesto y la categoría laboral. Los empleados del grupo base tienen un salario anual de 15.705,65 euros, mientras que los técnicos pueden alcanzar los 19.219,68 euros. Aunque se prevén incrementos salariales hasta 2026, estas cifras no siempre reflejan las dificultades que enfrentan trabajadores como Yolande, cuya discapacidad complicó su reincorporación.