Repostar gasolina es una de las acciones más comunes y rutinarias para los conductores, pero no siempre se realiza de forma correcta. ¿Sabías que apurar el repostaje más allá del aviso de la manguera puede perjudicar tanto a tu coche como a tu bolsillo? Aunque muchos creen que llenar el depósito hasta el último milímetro asegura mayor autonomía, la realidad es que esta práctica puede tener consecuencias económicas y mecánicas importantes. En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este tema.
1No ignores el “clack” de la manguera: ¿qué significa realmente?
Cuando repostamos gasolina, el sonido de la manguera que indica el llenado del depósito no es un simple aviso sin importancia. Este “clack” ocurre cuando el tanque alcanza su capacidad máxima y la presión del aire en el interior se iguala con la del exterior. Las mangueras de las estaciones de servicio están diseñadas para detectar este cambio de presión y detener el flujo automáticamente.
Si decides seguir llenando el depósito después de este aviso, es probable que el exceso de gasolina no quede almacenado en el tanque. En la mayoría de los vehículos, hay un tubo de desagüe que redirige este sobrante hacia el exterior como medida de seguridad. En otras palabras, esos céntimos adicionales que añades no incrementan la autonomía de tu coche, sino que terminan desperdiciándose.