Ubicado en la emblemática montaña de Montjuïc, el Museo de Carrozas Fúnebres ofrece una experiencia única en Europa. Con una colección compuesta por 19 piezas originales, este espacio no solo expone la evolución del transporte funerario desde mediados del siglo XIX hasta el XX, sino que también refleja la transición cultural en los rituales funerarios de Barcelona. Desde su creación en 1970, el museo se ha convertido en un valioso patrimonio artístico que invita a los visitantes a descubrir la historia de los cortejos fúnebres de una manera elegante y pedagógica.
1Un legado cultural único en Europa
El museo alberga 13 carrozas fúnebres y 6 coches de acompañamiento, además de 3 vehículos a motor que marcaron el final de la era de los carruajes tirados por caballos. Estas carrozas, algunas decoradas con lujo y ostentación, son testimonio del estatus social que representaban los funerales en la Barcelona del siglo XIX. Contratar una carroza grande tirada por varios caballos era un símbolo distintivo de la burguesía, que recorría las calles desde la casa del difunto hasta la iglesia y finalmente al cementerio. Este conjunto, el único en su tipo en Europa, ofrece una visión fascinante de cómo se vivía la muerte en aquella época.