El anuncio de la administración de Joe Biden, que en sus últimas semanas en la Casa Blanca reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, y la elección de Marco Rubio como el Secretario de Estado por la próxima administración Trump apuntan por el regreso de la presión como estrategia del Gobierno de Estados Unidos para lidiar con la dictadura de Maduro. La nueva tanda de sanciones a funcionarios además apunta a la presión sobre una de las figuras claves del régimen venezolano: Diosdado Cabello.
Cabello, presentador de televisión, Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela y una de las figuras fuertes dentro de las fuerzas armadas, ya ha sido sancionado en el pasado por sus conexiones con el narcotráfico y por violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, esta vez las sanciones van por otras figuras de su familia, también ligadas con el gobierno. Por un lado, su hija, Daniella Desireé Cabello Contreras, que desde este año dirige la recién creada Agencia de Promoción de Exportaciones de Venezuela, y Alexis José Rodríguez Cabello, primo del ministro y director del SEBIN, el servicio de inteligencia de la dictadura.
En el caso del director del servicio de inteligencia, la nueva tanda de sanciones no es una sorpresa. Es uno de los responsables directos de la ola de represión y violaciones de los Derechos Humanos sobre jóvenes y niños después del evidente fraude electoral, pero el caso de Daniella Cabello es más llamativo.
La sorpresa real es el caso de Daniella Cabello. Aunque en la actualidad tenga un cargo clave para el deseo de apertura económica del Gobierno de Maduro, hasta hace poco era conocida por ser una presentadora de varios programas de la televisión pública de Venezuela, por una fracasada carrera como cantante y por haber interrumpido dos veces su carrera universitaria, primero en la Universidad Central de Venezuela y después en la Universidad Federal de Integración Latinoamericana de Brasil.
Es cierto que se intentó que fuese una de las caras amables de la dictadura. Internamente, se presentó en el festival musical organizado por el Gobierno en Caracas, Suena Caracas, donde fue abucheada, y fue la presidenta de la Fundación Marca País, que intentaba presentar la cara amable del país al exterior cuando empezaron a salir noticias sobre la crisis venezolana en los medios internacionales. Lo cierto es que a pesar de su presencia en el Gobierno, es evidente que su sanción tiene más que ver con su padre que con ella.
DIOSDADO CABELLO: UNA FIGURA CLAVE EN EL GOBIERNO DE MADURO
Lo cierto es que no es una rareza que se haga presión de esta forma sobre una figura como Diosdado Cabello. Parte de las estrategias de sanciones que han funcionado históricamente, como las de la Sudáfrica del Apartheid, han incluido la presión a familiares y amigos de las figuras del Gobierno involucrado, por lo que es lógico intentar apretar las tuercas del presentador de ‘Con el Mazo Dando’, por esta vía.
Pero también es cierto que con su carrera de cantante terminada la hija de Cabello no tendrá tantos problemas con quedarse encerrada en Venezuela. En cualquier caso, la decisión del Gobierno de Joe Biden complica el deseo de algunas figuras dentro del círculo cercano de Trump que, como lo escribe el Wall Street Journal, están intentando que el próximo presidente mejore las relaciones comerciales con Caracas para aliviar la crisis energética.
LOS DEMÓCRATAS EMPUJAN A TRUMP A LA ESTRATEGIA DE PRESIÓN CON VENEZUELA
Lo que es evidente es que en Venezuela, al igual que en Ucrania, los demócratas están aprovechando sus últimos días en el poder para amarrar a la próxima administración, al menos los primeros meses, en algunos asuntos clave a nivel internacional. En el caso venezolano, estas medidas, sumadas a la influencia de dos figuras importantes dentro de su gabinete como los son Marco Rubio y el futuro Consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, golpean los deseos empresariales y políticos de algunos sectores de que se reduzca la presión.
En cualquier caso, más allá del efecto interno, no es de esperar ver una señal de preocupación de Diosdado Cabello. El ministro seguramente saldrá en su programa de televisión y hará un chiste al respecto, pero la presión a otras figuras de su familia es un nuevo acercamiento a la hora de aprobar sanciones.