Las palabras de Leclerc acerca de Carlos Sainz en la última carrera
«La Ferrari está por encima de todo» es una máxima que ha sido fundamental para todos los dirigentes de ‘Il Cavallino Rampante’, quienes la han seguido con firmeza a lo largo de los años. Esta regla, que prioriza el bien del equipo por encima de cualquier otra consideración, también fue reiterada por Mattia Binotto durante su mandato al frente de la escudería, especialmente cuando tuvo que lidiar con las tensiones y desacuerdos entre sus dos pilotos, Charles Leclerc y Carlos Sainz, para asegurar la cohesión del equipo y el rendimiento colectivo.
El monegasco es un competidor feroz que, tanto con Vettel como con Sainz, ha dejado claro que no acepta ser superado, una actitud propia de los pilotos con mentalidad de campeón. Aunque esta determinación no necesariamente tiene que ser negativa, sí puede generar tensiones dentro del equipo, llevándolos al límite en términos de cohesión y estrategia.
El enfado de Leclerc al ser superado por Carlos Sainz
Charles Leclerc mostró una enorme frustración al finalizar el Gran Premio de Las Vegas, donde Carlos Sainz no solo lo superó en clasificación, sino que también lo adelantó en carrera. Con una excusa poco convincente, alegando que no sabía que la radio estaba abierta, Leclerc lanzó una serie de improperios, asegurando además que ya estaba cansado de ser el «chico bueno».
Solo Ferrari conoce lo que realmente se discutió internamente, pero a Carlos Sainz no se le dio ninguna instrucción para permitir que Charles Leclerc lo adelantara en los últimos compases de la carrera. Fue Bryan Bozzi, el ingeniero de carrera del monegasco, quien erróneamente informó a Leclerc que a Sainz se le había pedido no adelantarlo, cuando en realidad Carlos nunca recibió tal orden.
Las palabras de Leclerc
Aunque los números parecían favorables para los estrategas de Ferrari, no tuvieron en cuenta lo que podría suceder en la primera vuelta, cuando los neumáticos aún estaban muy fríos. Como era de esperar, Charles Leclerc iba realmente lento, lo que permitió que Sainz lo alcanzara. A Carlos se le instruyó específicamente que «no lo pusiera bajo presión», pero él no hizo caso y, sin esfuerzo, adelantó a Leclerc. El ingeniero de Leclerc, sin embargo, le informó erróneamente a su piloto que Sainz había recibido la orden de no adelantarlo, a lo que Charles respondió con un irónico “probad a decírselo en español”.
Las vueltas siguieron hasta la bandera a cuadros, con Leclerc finalizando algo más de dos segundos detrás de Sainz. Al ser preguntado, sorprendido, si la carrera había terminado, respondió de forma poco amable a su ingeniero: «Sí, lo que quieras, como siempre. Sí, sí, hice mi trabajo, pero me jode siempre ser el bueno, el respetuoso. Sé que tengo que callarme, pero siempre es lo mismo, por dios. Di lo que quieras… oh, mierda, la radio está encendida, lo siento«. Así concluyó la comunicación de Charles Leclerc.