Renfe lleva tiempo defendiendo que su presencia internacional es clave para el futuro de la empresa tras la entrada de Ouigo e Iryo, los dos competidores internacionales al mercado local. De hecho, el cálculo de la ferroviaria estatal es que el 10% de sus ingresos deben venir de mercados internacionales, entre ellos los europeos, en los que primero Francia y ahora Italia se han vuelto objetivos claves para mejorar sus datos y para empezar a tener presencia dentro del sistema de alta velocidad europeo.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, confirmó la llegada de la estatal española a Italia. Según ha informado el ministro, esto lo hace junto a la empresa Arenaways, que opera la sociedad italiana Longitude, de la que Renfe adquirió el 33%, acompañados de otra empresa española, Serena Industrial Partners, que adquirió también un 33% de la sociedad.
Además de presumir el valor de las rutas, que Renfe estima en 54 millones de euros, la empresa y el ministerio han recordado que es sumarse a la apuesta de Bruselas de hacer que el tren sea la forma de transporte de larga distancia más común de la Unión Europea. Es una decisión que recuerda el Ministro, y que apunta por los proyectos de la propia ferroviaria española en el resto del viejo continente, y recuerda no solo su objetivo de llegar a Portugal, sino sobre todo el reto histórico de llegar a la capital francesa.
Es que además de los dos destinos franceses que ya tienen la estatal española, Renfe espera que el año que viene sea el de la esperada llegada a París, después que las medidas proteccionistas tanto del Gobierno de Macron como de su equivalente francés, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF por sus siglas en francés), sirvieran para evitar que llegaran a tiempo para el verano olímpico siguen apuntando por la ciudad luz, incluso si han tenido que seguir retrasando la llegada.
RENFE SEÑALA A FRANCIA POR LA FALTA DE RECIPROCIDAD
Lo cierto es que estos retos para funcionar en el territorio galo siguen siendo uno de los mayores motivos de molestia para el ministerio de transportes, como para la propia Renfe. Es que Óscar Puente ya alguna vez ha señalado que uno de los principales motivos de la molestia hacia Ouigo, la filial Low Cost del SNCF que opera en España, es precisamente que a esta se le ha puesto alfombra roja para operar a gusto en territorio ibérico, mientras que la empresa estatal española sigue esperando homologaciones para llegar a la capital del territorio galo.
En cualquier caso, será interesante seguir de cerca la situación de las empresas que operan la alta velocidad en todo el continente. A medida que cada una de ellas consigue abarcar más territorios, esto también hará que sean competidores directos, esto puede influenciar no solo la decisión de liberalizar, o no, el sector en cada país, sino de las políticas y exigencias que se hagan en cada uno ante la nueva realidad y la apuesta de que, en la medida de lo posible, el tren reemplace al avión.
RENFE CRECE EN EUROPA Y MÁS ALLÁ
Lo cierto es que esta apuesta italiana no es más que un nuevo paso internacional de una Renfe que desde hace tiempo considera que las fronteras españolas no son suficientes. Para nadie es un secreto que la llegada de la competencia los ha obligado a reducir los precios y a compartir entre los usuarios de la plataforma. De hecho, a pesar de la mayor cantidad de usuarios en la alta velocidad, la realidad es que la empresa estatal española ha tenido que encajar pérdidas millonarias este último año, justo mientras se rompían récords de viajeros totales.
Por fortuna, los proyectos en las Américas siguen adelante, con Estados Unidos y México como dos de los mercados que consideran más importantes en el medio plazo, y también sigue avanzando el proyecto de la Rail Báltica, que espera conectar Letonia y Estonia a través de servicios de alta velocidad. Es que es evidente que, al menos en el corto plazo, los datos de la empresa seguirán siendo negativos en un futuro inmediato si no siguen sus inversiones en el exterior, y estas pueden ser atractivas como lo ha demostrado el éxito entre los viajeros de la línea de alta velocidad Haramain, más conocido como ‘El AVE de la Meca’.
Ahora será interesante ver cómo se siguen moviendo cada uno de los proyectos de la plataforma. Si consigue sacar adelante este tipo de proyectos sus próximas presentaciones de resultados pueden empezar a verse diferente a como se ven en este momento. En cualquier caso, será curioso seguir de cerca si en el exterior recibe alguna crítica similar a las que desde el Gobierno se han lanzado en contra de Ouigo e Iryo en España.