En España, el refranero popular es un reflejo de sabiduría acumulada durante siglos, y uno de los dichos más conocidos es «las cosas claras y el chocolate espeso». Esta frase, utilizada para expresar la importancia de ser directo y honesto, tiene una historia curiosa y profunda, relacionada con el Monasterio de Piedra en Zaragoza y la llegada del cacao a Europa. A continuación, te contamos su fascinante origen y su significado.
1El Monasterio de Piedra y la llegada del cacao
El Monasterio de Piedra, situado en Zaragoza, desempeñó un papel fundamental en la difusión del cacao en España. Fue fray Aguilar, un monje español, quien envió desde América las primeras muestras de esta planta a sus compañeros en el monasterio. Sin embargo, el cacao puro, con su sabor amargo, no causó una buena impresión al principio y se limitó a usos medicinales. La revolución llegó cuando unas monjas en México añadieron azúcar al cacao, convirtiéndolo en una delicia que conquistaría a toda Europa.