En España, la seguridad vial es un tema prioritario para las autoridades, y las leyes que rigen la circulación están diseñadas para proteger a todos los usuarios de la vía pública. Entre las conductas sancionables por la Guardia Civil, destaca la realización de caballitos con la moto, una maniobra que combina imprudencia, riesgo y, en muchos casos, desconocimiento de las consecuencias legales. Esta práctica no solo pone en peligro al conductor, sino también a peatones y otros conductores. ¿Qué implica hacer un caballito y cuál es la multa que conlleva? Aquí analizaremos todo lo referido a esta imprudente conducta.
2Conducción negligente y temeraria: las claves legales para evitar una multa
La legislación española clasifica las conductas imprudentes al volante en dos categorías: conducción negligente y conducción temeraria. Realizar un caballito entra en la primera categoría, tipificada como una infracción administrativa por el Reglamento General de Circulación. Esto implica una multa de 200 euros y, en algunos casos, la retirada de puntos del carnet.
Sin embargo, si se demuestra que esta conducta ha puesto en peligro la vida o la integridad física de otras personas, la infracción puede escalar a conducción temeraria. En este caso, las sanciones son mucho más severas. El Código Penal establece multas de al menos 500 euros, la retirada de seis puntos del carnet y, en casos extremos, penas de prisión que pueden oscilar entre los seis meses y dos años.
Según el artículo 380 del Código Penal, cualquier acto que implique «temeridad manifiesta» y ponga en concreto peligro la vida de terceros es considerado un delito grave. Esto incluye maniobras como los caballitos si se realizan en zonas de tráfico denso o a alta velocidad.