En el corazón de la provincia de Burgos, en la región de Las Merindades, se encuentra Valpuesta, un pequeño pueblo que, a pesar de su reducida población de tan solo 20 habitantes, alberga una de las joyas más valiosas de la historia del español. Este rincón de la geografía castellana guarda documentos del siglo IX que contienen algunas de las primeras palabras escritas en castellano, un hito que la convierte en la cuna indiscutible de nuestra lengua.
A lo largo de los siglos, Valpuesta ha sido testigo de cómo el latín fue evolucionando hasta convertirse en el idioma que hoy hablan más de 400 millones de personas en el mundo. A continuación, te contamos por qué este municipio burgalés es un lugar fundamental en la historia del castellano y qué otros secretos guarda este fascinante pueblo.
4Un entorno natural de belleza incomparable
Valpuesta no solo es un lugar de importancia histórica, sino que también está situado en un entorno natural espectacular. El pueblo se encuentra en el Parque Natural de Montes Obarenes-San Zadornil, un paraje de gran belleza, con verdes valles, bosques y montañas que invitan al senderismo y al disfrute de la naturaleza. Este entorno, casi virgen, también permite comprender el contexto en el que se desarrolló el castellano en sus primeras etapas, pues el monasterio de Santa María de Valpuesta era un centro monástico aislado donde los monjes amanuenses se dedicaban a copiar y conservar documentos.