El mercado inmobiliario español continúa planteando desafíos para los ciudadanos, tanto para alquilar como para comprar una vivienda. El esfuerzo económico que requiere destinar una parte significativa de los ingresos al pago de la renta o de la hipoteca es una realidad palpable en todo el país.
El alquiler, cada vez más desafiante
El esfuerzo para alquilar una vivienda en España ha experimentado un aumento considerable en el último año, según los datos proporcionados por el portal inmobiliario Idealista sobre el tercer trimestre. Destinar el 35% del salario al pago del alquiler, como indica la media nacional, supone una carga importante para muchas familias. Este porcentaje, que representa un incremento del 4% respecto al año anterior, supera con creces la recomendación del 30% establecida por los expertos.
Diez capitales de provincia superan este umbral, alcanzando en algunos casos cifras alarmantes. Palma de Mallorca (48%) y Barcelona (46%) lideran la lista, seguidas de Málaga (43%), Valencia (40%), Alicante (40%), Madrid (38%), San Sebastián (34%), Las Palmas de Gran Canaria (32%), Santa Cruz de Tenerife (32%) y Bilbao (31%). Estas cifras reflejan la tensión existente en el mercado del alquiler, especialmente en las grandes ciudades y zonas turísticas, donde la demanda supera ampliamente la oferta disponible.
En el otro extremo, ciudades como Ciudad Real (16%), Teruel (18%) y Jaén (18%) presentan un esfuerzo significativamente menor, ofreciendo un respiro a sus habitantes en términos de acceso a la vivienda. No obstante, la tendencia generalizada al alza preocupa a expertos y ciudadanos, que reclaman medidas para regular el mercado del alquiler y garantizar el acceso a una vivienda digna. Factores como la escasez de oferta, el aumento de la demanda y la especulación inmobiliaria contribuyen a esta situación.
La situación se replica, e incluso se agrava, a nivel provincial. Málaga y Baleares exigen el mayor esfuerzo, con un 52% de los ingresos familiares destinados al alquiler. Barcelona (44%), Valencia (38%), Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Alicante y Madrid (37%) también superan ampliamente la recomendación del 30%. Estas cifras evidencian la necesidad de políticas públicas que fomenten la construcción de viviendas de alquiler asequible y regulen el mercado para proteger a los inquilinos.
El incremento interanual del esfuerzo para alquilar es especialmente significativo en Málaga y Palma, con un aumento de 6 puntos porcentuales en ambas capitales. Alicante (5 puntos), Madrid (3 puntos) y Barcelona (3 puntos) también han experimentado subidas importantes. Estos datos demuestran la volatilidad del mercado del alquiler y la dificultad de muchas familias para acceder a una vivienda en condiciones dignas.
Comprar, un esfuerzo ligeramente menor
En contraposición al alquiler, el esfuerzo para comprar una vivienda es generalmente menor en la mayoría de las capitales españolas, oscilando en torno al 23% del salario. Este dato, que supone un incremento del 2% respecto al año anterior, se debe principalmente al incremento en los tipos de interés, lo que encarece las hipotecas y dificulta el acceso a la compra para muchos ciudadanos.
Sin embargo, existen excepciones como San Sebastián y Cádiz, donde el esfuerzo para comprar supera al del alquiler. Este fenómeno pone de manifiesto la singularidad del mercado inmobiliario en estas ciudades, donde factores como la alta demanda y la limitada oferta influyen en los precios tanto de compra como de alquiler.
Palma (47%), San Sebastián (41%), Málaga (37%), Madrid (36%) y Barcelona (32%) son las capitales que superan la barrera del 30% de esfuerzo para la compra. En el otro extremo, Jaén (11%), Lleida (12%) y Ciudad Real, Palencia, Huelva y Zamora (13%) ofrecen un contexto más favorable para los compradores.
A nivel provincial, Baleares lidera el ranking de esfuerzo para la compra, seguida de Málaga (44%), Santa Cruz de Tenerife (36%), Alicante (31%), Madrid (27%) y Las Palmas (26%). Barcelona, con un 20%, y Ciudad Real, Lleida y Teruel, con un 11%, representan las opciones más asequibles.
El acceso al crédito se configura como el principal obstáculo para la compra de vivienda en España. A pesar de que el esfuerzo económico, en términos porcentuales, es menor que para el alquiler, la necesidad de una importante inversión inicial y la obtención de una hipoteca suponen una barrera para muchos ciudadanos, especialmente para los jóvenes.