Comprometida por el temporal la búsqueda de víctimas por la DANA en zonas del mar Mediterráneo como Denia y Gandía

La devastación causada por la reciente DANA en la provincia de Valencia ha dejado una profunda huella, y los esfuerzos de rescate, evaluación de daños y apoyo a los damnificados continúan en marcha. La compleja situación se ve agravada por el temporal marítimo que azota la costa, dificultando las labores de búsqueda en zonas como Gandía y Denia. A pesar de los obstáculos, la solidaridad y la coordinación entre diferentes organismos son la clave para afrontar esta catástrofe.

Ante la magnitud de la DANA, se ha desplegado un operativo de emergencia sin precedentes en la Comunidad Valenciana. Más de 2.791 bomberos de diversos organismos, incluyendo unidades especializadas, trabajan incansablemente en las zonas afectadas. El Ejército, con 8.608 efectivos, incluyendo 2.103 miembros de la UME (Unidad Militar de Emergencias), aporta su capacidad logística y humana para las tareas de rescate, limpieza y reconstrucción. Además, se cuenta con la inestimable colaboración de más de 800 voluntarios de Protección Civil procedentes de toda España, demostrando la solidaridad del país en momentos difíciles.

La seguridad ciudadana también es una prioridad. Un contingente de 9.728 agentes, entre Policía Nacional y Guardia Civil, se encarga de mantener el orden y prevenir posibles incidentes. A ellos se suman más de 500 efectivos de las Policías Locales y más de 130 agentes de la Policía de la Generalitat, que conocen el terreno y las necesidades específicas de cada municipio. La incorporación de 70 agentes medioambientales de la Comunidad de Madrid refuerza la vigilancia y el control en zonas sensibles como l’Albufera, un ecosistema de gran valor que también ha sufrido las consecuencias del temporal.

Ayuda a los afectados y recomendaciones sanitarias

La atención a los damnificados es el eje central de la intervención. Se han habilitado 12 oficinas de información y gestión de ayudas urgentes en diversos municipios: Albal, Aldaia, Algemesí, Alginet, Benetússer, Carlet, Catarroja, Chiva, Paiporta, Picanya, Turís y Utiel. Con un horario de 8:30 a 17:30, estas oficinas ofrecen asesoramiento personalizado y facilitan los trámites para acceder a las ayudas destinadas a paliar los daños sufridos. La red de oficinas se amplía con nuevas aperturas en Alfafar, Alcudia, Alaquàs, Sedaví y Xirivella, garantizando una cobertura más extensa y accesible para todos los afectados.

Además de la asistencia material, se hace hincapié en las recomendaciones sanitarias para prevenir riesgos en las zonas afectadas por la DANA. Es fundamental el uso de mascarilla para protegerse del polvo y las partículas en suspensión, así como el uso de gafas para evitar la irritación ocular. Se recomienda utilizar calzado adecuado que proteja de posibles objetos punzantes o contaminantes, y manga larga para evitar el contacto directo con el agua y el barro. Por otro lado, y dada la posible contaminación del agua potable, se insiste en la importancia de utilizar agua embotellada, tanto para beber como para cocinar, hasta que las autoridades sanitarias confirmen la potabilidad del suministro.

La gestión de los embalses también es crucial en esta situación. Algunos, como Ulldecona y María Cristina, han realizado vertidos controlados por el aliviadero para regular el caudal y evitar desbordamientos que podrían agravar las inundaciones. La monitorización constante de los niveles de agua y la coordinación entre las confederaciones hidrográficas son esenciales para minimizar los riesgos.