Campazzo acude al rescate del equipo con una exhibición de poderío
El Real Madrid se encontraba en una situación delicada, con un ajustado 62-63 frente al Dreamland Gran Canaria al inicio del último cuarto. La tensión se palpaba después del peor partido de la temporada, el de Milán, y con el peso de todas las derrotas a domicilio sobre sus hombros. No podían permitirse sufrir la primera derrota de la temporada en el WiZink Center. Ante esta circunstancia, Chus Mateo, quien había dado descanso a Campazzo y Tavares, decidió devolverlos a la pista. Con la colaboración del pívot en los rebotes, el base argentino lideró a su equipo para asegurar la victoria por 83-77.
Con 8:20 por jugar, Campazzo decidió que él se encargaría de todo. Primero, anotó una canasta, luego forzó una falta en ataque y asistió a Deck. A continuación, convirtió un triple, siguió forzando faltas y añadió otro triple. Cuando quedaban 1:02, hizo una bandeja espectacular tras romper la defensa canaria. Finalmente, con unos tiros libres, cerró el marcador con el casi inalcanzable 81-77 a falta de 17 segundos. En resumen, hizo de todo para asegurar la victoria del Madrid y evitar un nuevo desastre. En el último cuarto, anotó 14 puntos perfectos y alcanzó 17 de valoración, para acabar el partido con 20 puntos, 33 de valoración y nueve asistencias.
Incapaz de detener a Campazzo
El Granca no pudo frenar a Campazzo, pero poco se le puede reprochar. A lo largo del partido, los canarios lograron algunas ventajas, generalmente al principio de cada cuarto, lo que obligaba al Real Madrid a remar desde atrás. Aunque los blancos parecían en ocasiones tener el control y amenazaban con romper el duelo, su irregularidad y la resistencia del equipo visitante mantuvieron el marcador apretado. A pesar de sus 14 pérdidas al descanso, los de Gran Canaria supieron mantenerse en el juego, especialmente gracias a su buen trabajo en el rebote y a un día inspirado desde el triple.
A pesar de llegar al partido con un 31,8% de acierto desde el perímetro en la temporada, los canarios encontraron su ritmo en el tercer cuarto, donde lograron un impresionante 7 de 13 en triples. Con un Brussino destacando con 17 puntos, el equipo canario logró mantenerse competitivo. Este buen rendimiento en el tiro exterior evidenció las carencias defensivas del Madrid, especialmente en cuanto a su defensa en el perímetro, que permitió a los visitantes seguir en el partido hasta el último momento.
Reclamado para el rescate
Fue en ese momento, tras un parcial de 3-11, cuando se encendieron las alarmas en el Madrid. Con el marcador 62-63, Campazzo fue llamado a la acción una vez más para salvar a su equipo, y no falló. Ni siquiera los cuatro puntos consecutivos de Shurna para poner el marcador 77-75, ni el 79-77 en el último minuto fueron suficientes para frenar la remontada blanca. Tras los tiros libres de Facu, Brussino falló un triple crucial, sellando así las esperanzas canarias.
Facu fue el responsable de resolver el encuentro con una exhibición de poderío y control total, dominando la situación en todo momento. Sin embargo, todo esto vino a costa de otra gran carga de minutos, ya sin Llull en la cancha. Jugó 33:29 minutos, dejando al Madrid con una dependencia total de su estrella, lo cual, aunque efectivo, resulta preocupante de cara a la doble jornada de Euroliga que se avecina.