La situación de X, la red social antes conocida como Twitter, puede parecer positiva a primera instancia. Lo cierto es que su dueño, el controvertido multimillonario Elon Musk, ha celebrado por todo lo alto la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones de Estados Unidos, pues se traduce en una entrada a la Casa Blanca para el también dueño de Tesla y de SpaceX. Sin embargo, su manejo de las elecciones también ha dado alas a la plataforma que espera ser su principal competidor, BlueSky, la red social fundada por Jack Dorsey, el fundador original de Twitter.
Es cierto que el número de usuarios en la plataforma todavía no alcanza al total de X, pero también es evidente que desde que Musk maneja la plataforma su crecimiento se ha estancado, alrededor de los 250 millones de usuarios globales. Por su lado, BlueSky ha seguido creciendo a un ritmo acelerado, llegando a los 10 millones de usuarios en tan solo 9 meses tras su apertura al público y aprovechando cada desliz de la plataforma de Musk para sumar grandes números de usuarios, alrededor de 2 millones cuando fue cerrada en Brasil y cerca de 1 millón de ellos con el cambio reciente en la función de bloqueo.
A esto se suma que las posiciones políticas de Musk empiezan a espantar a figuras famosas y sus fanáticos de la plataforma. Recientemente, varios usuarios de la red social y fanáticos de Taylor Swift, es decir, Swifties, han empezado a organizarse para dar el salto a la nueva red, que cada día tiene más en común con Twitter que el Twitter original. Se suma que la directiva de BlueSky ha olido sangre en el agua y ha lanzado una invitación directa para que migren de una plataforma a otra.
Es que desde que la autora de ‘Exile’ y ‘Blank Space’ dijo que apoyaba a Kamala Harris en la elección, el próximo inquilino de la Casa Blanca ha dejado claro su «odio» por la artista. A esto se suma que desde la elección la retórica de la plataforma se ha hecho más tóxica sobre todo con las mujeres, con mensajes que se han hecho virales defendiendo posiciones conservadoras como el proyecto 2025 y directamente burlarse de mujeres preocupadas por la victoria del Republicano.
Según un reportaje reciente de Wired, la viralización de un tuit puntual del streamer Nicholas Joseph Fuentes, un negacionista del holocausto expulsado de Youtube que se reunió con Trump junto a Kanye West en 2022, en el que defiende el derecho masculino a prohibir el aborto. «Tu cuerpo, mi decisión. Por siempre» fue el mensaje que permitió se extendiera en la red.
BLUESKY EL PRIMER COMPETIDOR FUNCIONAL DE TWITTER
Lo cierto es que el fracaso de otros proyectos que querían destronar X, como Mastodon, Threads o Truth Social, la red social que el propio Donald Trump fundó tras ser expulsado de Twitter, había apagado la posibilidad de que otras plataformas similares pudiesen competir con el espacio de microblogging. Pero aunque de momento los números son mucho más pequeños, BlueSky sigue demostrando un crecimiento sostenido que la hace viable, sobre todo cuando los datos del gigante apuntan a que su crecimiento se ha estancado, aunque mantiene la distancia sobre sus competidores.
A esto se suma que, al menos en Europa, la red social que maneja Elon Musk pronto tendrá que cumplir con una nueva normativa sobre su contenido. Específicamente, la Comisión Europea está investigando la plataforma por permitir la gestión de la desinformación, específicamente señalan el caso de los recientes disturbios raciales en Reino Unido. Si bien J.D Vance, el vicepresidente electo de Estados Unidos, ya ha dejado claro que esta investigación puede afectar las posiciones del país americano sobre la OTAN, pero de momento se mantiene.
INTERNET DE IZQUIERDAS E INTERNET DE DERECHAS
A pesar de todo, no deja de haber una preocupación importante si esta tendencia se mantiene. Que el internet termine dividiéndose entre la derecha y la izquierda, lo que complicaría todavía más trazar puentes para normalizar conversaciones y negociaciones entre ambas partes y empeoraría, todavía más, la polarización en buena parte de occidente. Es un problema que se ha hecho evidente incluso en España en cuanto a la forma en que los partidos y los comunicadores han reaccionado a la DANA de Valencia.
Pero también es comprensible. Aunque es evidente que la mayoría de los norteamericanos pusieron los motivos económicos por encima de los sociales al ejercer su derecho al voto, la retórica de la campaña es complicada de digerir, y es normal que cree una división digital que bien puede terminar tomando forma en el mundo real.