Un joyero cambia la vida de su familia. La historia de Debra Goddard, una británica de 55 años, es un testimonio asombroso de cómo un simple anillo comprado en un mercadillo puede cambiar la vida de alguien. Después de 33 años de haberlo adquirido por solo 12 euros, Debra se encontró con una sorpresa que transformaría su vida y la de su madre. Lo que parecía ser una joya ordinaria resultó ser un diamante de 26,7 quilates, una revelación que dejó al joyero sin aliento.
2La venta y sus consecuencias
Tras la confirmación de la autenticidad del diamante, Debra llevó la pieza a la prestigiosa casa de subastas Sotheby’s. Allí, los expertos corroboraron su valor y finalmente el anillo se vendió por la asombrosa cifra de 565.240 euros. Para Debra, esta experiencia representó más que una simple ganancia económica. “Fue lo más cercano a la perfección”, expresó, refiriéndose a cómo este hallazgo le permitió ayudar a su madre y a otros en necesidad. Con el dinero obtenido, Debra se aseguró de que su madre disfrutara de experiencias inolvidables, como vacaciones en Barbados y conciertos de artistas famosos en Las Vegas.